Sobre la demanda de carne, las distintas trabas y limitaciones a las exportaciones implementadas por el gobierno, se suman a la percepción de ingresos a tipo de cambio oficial menos el 9% de retenciones y afectan la demanda externa que podría significar un alivio frente a meses de atraso del valor de la hacienda en pie, hecho que sucede ahora y se sufrió durante la segunda mitad del año pasado generando grandes pérdidas y descapitalización de las empresas ganaderas.
Sabemos por experiencia que la intervención con cotizaciones diferenciales modifican los costos productivos de todas las actividades que agregan valor a la producción primaria.
Ejemplo de ello fue lo sucedido hasta acá con los llamados Dólar Soja I, II y III que no solo modificaron el valor del poroto de la oleaginosa sino también de los demás granos y todos sus subproductos que son de vital importancia en la alimentación de los bovinos para engorde.
Demás está decir que todos los programas que intentaron compensar o evitar que para el consumo interno se genere un impacto en el valor de los granos y sus derivados han sido por demás infructuosos, escasos y tardíos.
Que en una nueva edición se aplique ahora un tipo de cambio diferencial a las exportaciones de maíz pone en alerta a todos los engordadores y empresas que generan valor a partir de dicho insumo, no hace más que entorpecer el mercado, encarecer los costos productivos, y desalentar la producción, conllevando a un profundo daño económico a aquellos que continuaron produciendo.
La necesidad imperiosa del estado por el ingreso de divisas lleva una vez más a medidas que no solo afectan a la producción de forma inmediata, sino que comprometen la producción futura y las exportaciones para un crecimiento genuino de la actividad ganadera con agregado de valor.
Lamentamos profundamente que una vez más se intente mediante parches infructuosos y dañinos dar solución a un problema de la gestión macroeconómica.
Es llamativo y preocupante que el actual Ministro de Economía y candidato a Presidente de la Nación (Dr. Sergio T. Massa) desconozca los severos daños y perjuicios que dicha medida provoca actualmente y provocará en un futuro cercano, a la producción primaria.
Esperamos y deseamos que este tipo de políticas se dejen de aplicar en nuestra querida Argentina, que todas las actividades económicas puedan contar con la previsibilidad y apertura necesaria para afrontar los desafíos, y asi poder aprovechar las oportunidades que el mundo presentará en los próximos años.
Cámara Argentina de Feedlot