La incertidumbre crece día a día, pero mucho más que por la proveniente del exterior, lo hace por la que viene del interior. Vamos a ver…
Si bien la noticia del día lunes -las nuevas medidas cambiarias- está en todos lados, no podemos dejar de comentarla, aunque sea brevemente.
Curiosamente, el Gobierno denomina a estas medidas como de simplificación cambiaria pero la realidad es que incrementan esta telaraña de tipos de cambio. Y la complejizan aún más.
En este contexto, decidió aplicar una serie de disposiciones tendientes concretar una devaluación parcial. O mejor dicho, a una devaluación de parches bajo la discrecional acción del Gobierno.
Digamos claramente de qué se trata: el Gobierno pretende llegar a las Paso, sin devaluar. Además, se propone no romper con el FMI, y quiere que la brecha cambiara no salga de una magnitud aceptable (alrededor de 100%). Un combo bastante explosivo.
En medio de todo ello, el Banco Central sufre una pérdida de aproximadamente USD 100 mil por día. Y con vencimientos de deuda para lo inmediato, sin reservas.
La Argentina sigue caminando por una calle que se va haciendo cada vez más angosta. Y ello sucede porque quien está a cargo de la cartera de economía es un político, de los que solo miran el día a día.
En tal sentido, acaba de disponer un aumento del precio del dólar –una devaluación del peso- para el acceso al público (el llamado “solidario”) y de encarecer el acceso a las importaciones mediante una ampliación del impuesto PAIS a éstas.
Además, estableció un tipo de cambio preferencial para determinadas exportaciones del agro, de $340 por unidad de dólar.
Las medidas comenzarán a regir este lunes y hasta el 31 de agosto próximo; y forman parte de un paquete de decretos y resoluciones oficiales.
El tipo de cambio preferencial beneficia a las economías regionales, al sorgo y al girasol, (hoy incluidas) y a ellos se sumaría el maíz. La “reina” soja quedó afuera del trono.
El desorden que esto provocará en las cadenas de valor será inmenso. Pero, claro, el Gobierno prioriza el resultado de las Paso.
A partir de ahora, el Gobierno aguarda el ingreso unos US$2000 millones por exportaciones del campo.
Los parches continúan. Y la estructura se mantiene con soldaduras efectuadas a las apuradas.
Respecto al exterior, la incertidumbre, también, sigue en aumento.
Las novedades en la zona del Mar Negro alimentan todo tipo de temores.
Rusia no solo sigue bombardeando los puertos marítimos de Ucrania, sino que también ha empezado a atacar las terminales del río Danubio. Recordemos que este rio era la vía alternativa que tenía Ucrania para exportar cereales y subproductos agrícolas.
Con este cruento desafío, Ucrania ahora no tiene opciones para sacar su producción. Así el cuadro, se le complica enormemente la entrada de divisas imprescindibles para llevar adelante los gastos de la guerra.
Otro tema de extrema incertidumbre es el del clima en EE.UU.
El déficit de humedad, en gran parte del Medio Oeste y del centro-norte de las Grandes Planicies de este país, sigue firme. No da mayor tregua.
Hubo recientemente lluvias, es cierto, pero claramente insuficientes. Es decir que la sequía no se ha cortado del todo. Observemos el gráfico.
Para mediados de julio, las zonas (rojas) de extrema sequía eran considerables. Lo mismo sucede para la de marrón claro, de sequía severa.
Para colmo de males, los pronósticos para los próximos días hablan de limitadas precipitaciones, lo que implica un escaso aporte de humedad en este período que los cultivos demanda cada vez más agua.
El organismo competente (NOOA) augura temperaturas superiores a las normales y precipitaciones entre normales e inferiores a las marcas usuales.
El calor no cede en el hemisferio norte.
Así la situación, lógicamente, este lunes fue de parabienes para los precios de la soja (también, para los de los cereales) en la rueda de Chicago.
Los aumentos para la soja se dieron así: Agosto USD 8,18 / Noviembre USD 8,36.
A esta tónica alcista, se sumó la confirmación hecha este lunes por el USDA de una compra china de soja 2023/2024, por 121.000 toneladas.