El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, ratificó la política pública de apoyo al sector agroindustrial en el vecino país, con el anuncio de un programa de financiamiento por un total de U$S 77.400 millones.
Los créditos del Plan Safra 2023-2024 están dirigidos a medianos y grandes productores, y financiarán operaciones que tengan como premisa el cuidado del medio ambiente y «prácticas correctas» desde el punto de vista ecológico.
El Plan Safra fue creado en 2003, con el objetivo principal de promover el agronegocio brasileño. De esta forma, cada año, el Gobierno Federal destina parte de los fondos recaudados para inversión o financiamiento de actividades agropecuarias.
En su versión 2023, con casi 30% más de fondos, la asistencia de la banca pública tendrá para las empresas agrícolas inscriptas en el Programa Nacional de Apoyo al Mediano Productor Rural (PRONAMP) tasas de interés nominales del 8% anual para los créditos de siembra y comercialización.
Mientras que los productores de mayor escala, no contemplados en el registro, deberán abonar una tasa nominal del 12%.
En todos los casos, el costo del dinero es inferior a la tasa de referencia establecida por el Banco Central de Brasil, que ronda el 13,75% anual.
Plan para maquinaria agrícola
El programa precisa que, para las inversiones en maquinaria agrícola, a través del programa Moderfrota que estimula la compra de estos bienes de capital de fabricación nacional, la tasa nominal anual es del 12,5% anual, con la posibilidad de financiar hasta el 85% del equipo, en un plazo de pago a siete años y con un período de gracia de hasta 14 meses.
El año pasado, el programa dispuso de forndos por U$S 20.000 millones en créditos dfestinados a la adquisición de equipos.
Creado por el Banco Central de Brasil en febrero de 2020,, Moderfrota es financiado por el BNDES y la Agencia de Financiamiento Industrial (Finame Rural).
Según el Ministerio de Agricultura del vecino país, con la nueva estrategia de financiamiento se buscará premiar a los productores que ya cuenten con el Registro Ambiental Rural tramitado, así como a aquellos que adopten prácticas consideradas más sostenibles.
Quienes cumplan con estos requisitos tendrán una bonificación de tasa de medio punto porcentual por cada ítem.
Entre las prácticas agrícolas sostenibles se incluyen la producción orgánica o agroecológica, empleo de bioinsumos y el tratamiento de efluentes en la producción porcina.
“Si el productor cumple con los dos requisitos (Registro ambiental rural + prácticas sostenibles) podrá tener una reducción de hasta un punto porcentual en su tasa de interés”, explicó el comunicado oficial.
En el primer trimestre del año, la venta de tractores y de cosechadoras en Brasil cayó casi 20%, con lo cual la disponibilidad de crédito busca aumentar la dimensión del mercado.
Por Alejandro Rollán
Fuente: MaquiNAC