Los índices de preñez no parecen ser tan malos en muchas zonas, aunque en otras son desastrosos.
Las preñeces tienen y tendrán un sobre costo importante y el principal desafío es cómo mantener la condición corporal del rodeo de cría en el invierno -con una falta de fibra importante-, ya no sólo para asegurarse los terneros, sino para lograr que esa vaca llegue lo mejor posible al parto, sin condicionar el próximo entore. Será un año con preñeces por debajo del promedio nacional y con costos más altos.
“Es un año complejo, la seca siempre terminan pasando la factura, en algunos casos las cobrarán con la preñez y a otros que tienen las vacas preñadas, se las cobrará en los sobre costos que tendrá mantener esa vaca preñada hasta el parto”, reconoció a Rurales El País el Dr. Santiago Bordaberry especializado en la cría y productor de Durazno.
“En muchos casos los resultados son sorprendentemente buenos, mejores de lo esperado, pero en muchos otros son lo que esperábamos y peor todavía, sobre todo en una zona más hacia el este del departamento de Durazno y al norte de Florida”, detalló el profesional.
Con las ecografías muy adelantadas, contó que en Florida, Flores y San José hubo resultados muy malos. Por otro lado, en el oeste de Durazno no fueron tan malos. A su vez, en gran parte de Tacuarembó y Río Negro, fueron bastante buenos.
Bordaberry sostuvo que los resultados que están encontrando en los diagnósticos de gestación “están muy vinculados a la fecha de parición de cada establecimiento y con los casos en que se pudieron destetar los ganados temprano, ya sea con tablilla o aplicando destete precoz”. También hubo casos de productores que aplicaron tecnología y no pudieron hacer nada por la sequía.
En líneas generales, “todo el mundo está con resultados más bajos que otros años, algunos mucho más bajo”, remarcó el veterinario. Las pérdidas todavía es prematuro cuantificarlas.
Al momento de definir en qué zonas encontró los peores resultados, Bordaberry estimó que fueron “al sur de Tacuarembó, donde las consecuencias de la sequía se sufren hoy. Los índices son muy bajos”. Se agrega “una extensa zona de Flores, San José y Florida, donde la seca apretó, los índices son muy malos y los ganados están mucho peor. En otras zonas de Paysandú y Tacuarembó, nos encontramos con ganados en condiciones muy por debajo de lo que deberían estar en esta época del año antes de entrar al invierno, pero están preñados, porque estaban en buena condición corporal antes de la seca. Perdieron su condición en lo que va del año”.
Fibras. Veterinarios, productores y técnicos están preocupados por la falta de fibra. El clima continúa ayudando, aún no llegaron las heladas, pero llegarán. “Las vacas preñadas hoy están bien en los lugares donde se preñaron temprano, donde se hicieron todos los deberes, pero falta mucho todavía, no llegaron los fríos, las heladas o los temporales. Eso a un ganado que no tiene pasto lo desarma en un rato”, reconoció el Dr. Andrés De Grossi, veterinario de Paso de los Toros y referente para su zona y departamentos aledaños.
“Lo que más me asusta es cómo mantener esa vaca preñada en el invierno. La sequía provocó que se bajara un poco la carga de los campos, pero sigue dando lucha, es muy difícil de combatirla ya”, alertó.
Según el resultado de sus ecografías, “en los lugares donde todos los años se está encima de la vaca y se hace un manejo diferencial, donde los vientres llegan con buen resultado al momento de parir, las preñeces son muy buenas. Ahí se ven porcentajes de preñez de 90% y 85%. En lugares donde no se hizo nada son muy malos. Depende mucho del manejo que venía atrás y no es sólo el manejo durante el entore”, explicó De Grossi.
“Cuando se desteta la vaca en invierno y entra al nuevo servicio en buen estado corporal, vas ganando 2 a 0 el partido”, reconoció el especialista.
“Ganados que estaban en buen estado corporal y lo pudieron mantener se preñaron muy bien. Pueden haber bajado entre 3 y 5 puntos las preñeces. Para el lado de Pampa y otros, hubo bajas considerables, con resultados de 40% o 50% de preñez”.
Es importante resaltar que en muchos casos se gastó mucho dinero para poder preñar y no se logró, generándose costos adicionales que pegarán fuerte en el resultado de las empresas ganaderas. “Hubo zonas donde se hizo destete precoz y no llegaron, tuvieron que sacar ganado porque se moría. Hubo zonas muy difíciles”, remarcó De Grossi.
Explicó que “el año pasado se hizo mucha Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF) en vacas de cría y eso ayudó muchísimo. Esa sincronización hormonal ayudó mucho al comienzo del entore. Esos rodeos que se preñaron bien, no tuvieron tanta incidencia de cola de parición”, recordó De Grossi.
Positivo. A su vez, en el norte del país, donde la sequía fue importante, no se ven resultados tan malos, pero siempre son rodeos muy trabajados, con mucha tecnología aplicada y no reflejan la situación del resto.
En este caso, el Dr. Guillermo De Nava, referente para el norte en el segmento de la cría, contó que en 14 rodeos que abarcan 23340 vientres, el promedio está dando 88,5%. “Comparando los resultados con los del año pasado, da apenas medio punto porcentual por debajo pese a la sequía, con un rango de 61% a 96%”, explicó el profesional.
“Son rodeos muy trabajados y no se vio el impacto de la seca por el lado de la preñez. Se ve por otras cosas, como el peso de los terneros al destete”, aclaró.
Este es un costo importante, porque “hay más de 30 kilos de terneros menos. Son más livianos este año en comparación con el anterior”, dijo De Nava.
Al igual que sus colegas manifestó la preocupación de cómo se enfrentará el invierno.
“Estamos entrando al invierno con una condición corporal de los ganados bastante más por debajo de lo que sería deseable. Los campos están bajos y los ganados están más livianos. La condición corporal al parto es fundamental para el entore 2023-24”, reflexionó el profesional.
El resultado del Taller de Diagnósticos de Gestación 2022, organizado por INIA Treinta y Tres, mostró un promedio de 80%, un número superior al de los dos años previos. En 2020 el porcentaje promedio de preñez fue 74%, al tiempo que en 2021 el promedio nacional se situó en un 76%.
De ese 80% que el promedio nacional del año pasado, hay que restarle el 10% que se pierde entre la parición y el destete. Reducir esa pérdida, es uno de los grandes desafíos que tiene por delante la ganadería uruguaya de carne en el futuro cercano.