En su último informe mensual, GEA/BCR recortó la estimación de cosecha de soja 2022/23 a 21,5 millones de toneladas, la producción más baja desde la campaña desde la campaña 1999/00. Entre medio, se llegó casi a triplicar el volumen productivo, aunque hace tiempo la producción de soja está estancada en Argentina
En este marco, se estima que la molienda total de soja (incluyendo la extracción por prensado y solventes) no supere los 27 millones de toneladas, la peor marca de los últimos 20 años, que posiblemente destronará a Argentina como líder en el abastecimiento mundial de harina de soja al mundo.
Parte de la materia prima a las fábricas será provista por soja proveniente de vecinos países. Las importaciones totales para el ciclo 2022/23 (abr-mar) se estiman en 10,7 millones de toneladas, un récord histórico para Argentina. Incluso así, como se ha manifestado, la capacidad ociosa de las plantas rondará el 70%.
Sólo en el mes de abril, las exportaciones de soja desde Brasil con destino a Argentina superaron el medio millón de toneladas, en tanto que desde Paraguay se despacharon otro millón más. Independientemente que estas cifras puedan no coincidir con las importaciones argentinas el mismo mes calendario por una cuestión de temporalidad, da cuenta del impulso que muestra la actividad, que en términos acumulados registró el mayor movimiento internacional de granos para esta categoría en la historia.
Entre tanto, las operaciones internacionales no detienen la actividad en el mercado doméstico, más allá del complejo año que le toca vivir a la cadena agroindustrial. Cumplido un mes del inicio de la tercera ronda del Programa de Incremento Exportador (PIE), las operaciones de compra por parte de industriales y exportadores en el mercado doméstico ascienden ya a 4,1 millones de toneladas de soja, de las cuales 2,8 Mt corresponde a nuevas operaciones de compraventa y 1,3 a fijaciones de precio sobre contratos negociados con anterioridad.
La necesidad de las plantas de hacerse con la materia prima condujo las cotizaciones domésticas al alza en la semana, incluso en contramano de lo que sucede en el mercado de referencia de Chicago. En efecto, el precio Pizarra de referencia para la plaza Rosario alcanzó en la rueda del miércoles un valor de 110.000 pesos la tonelada, un 10% por encima de la semana anterior. En Chicago, en tanto, los futuros de soja tuvieron una caída semanal del 1%, cerrando el 11 de mayo a un precio de USD 516 /t. Los principales drivers bajistas para la oleaginosa fueron, por un lado, el buen avance de las siembras en Estados Unidos, donde la plantación del poroto totaliza el 35% de la superficie objetivo, 14 pp. por encima del año pasado. Por otra parte, los agentes del mercado esperaban durante la rueda del jueves que el informe de Oferta y Demanda Mundial del USDA del día siguiente mostrara un aumento en los stocks finales de soja 2022/23, que se sumarían a la oferta de la 2023/24. Durante la rueda del jueves, los precios llegaron a tocar mínimos de seis meses y medio.
Ahora bien, si se extiende la mirada más allá de la última semana observamos que el futuro más cercano de soja perdió en el mercado externo aproximadamente US$ 50/t desde comienzos de abril, mientras que el maíz registró una merma de US$ 40/t en el último mes. Claramente se observa una tendencia bajista en el mercado de ambos productos, los primeros desplomes del mercado se comenzaron a observar en la oleaginosa y en las últimas semanas se sintieron las bajas en el cereal, a medida que nos acercamos a período de la cosecha del maíz de segunda en Brasil.
Para el caso de la soja, y más allá del comercio bilateral con Argentina, en marzo Brasil alcanzó un récord de exportaciones, y si bien en abril no pudo sostener esa marca sí se trata de un volumen de exportación notable. Aquí aparecen varios factores, por un lado, los productores están reticentes a vender su soja ya que las primas contra Chicago alcanzaron niveles muy negativos hasta aproximadamente -150 c/b a mediados de abril. Si bien las primas comenzaron a mejorar hasta -105 c/b, esto no termina de convencer a los productores y van alternando ventas con el maíz. Por otro lado, China importó 7,29 Mt en abril implicando una caída de 9,8% interanual, debido a la implementación de una serie de protocolos que dificultaron la fluidez comercial. En el primer cuatrimestre del año, sus compras externas de soja arriban a 30,29 Mt, un 6,8% por encima de igual período del año pasado.
Se espera que mayo también sea un mes de altos volúmenes de exportación y ello mantendrá la presión bajista del mercado. En la última semana la ANEC publicó una proyección de embarques para el presente mes de 15,3 Mt, lo cual sería nuevamente un récord y levemente por encima de 2021.
Para el caso del maíz, la novedad de las últimas semanas fue la cancelación que hizo China de compras del cereal estadounidense, luego que la semana pasada en un inusual movimiento un buque de maíz sudafricano desembarcara en su puerto. En este marco, la semana pasada las ventas netas de exportación de maíz en Estados Unidos marcó un resultado negativo de -320.000 toneladas de grano 2022/23, algo muy poco habitual en esta época del año ya que es el período de fuertes exportaciones de maíz con origen estadounidense. Esto desplomó al mercado de maíz y no logró recuperarse con fuerza en las últimas jornadas. Al mismo tiempo, este último martes el USDA volvió a informar cancelaciones de compras de China por 272.000 toneladas de maíz de EE. UU. Claramente no son señales alcistas y repercuten en precios.
El punto clave a remarcar es que, Brasil exportó volúmenes muy importantes de maíz hacia China desde finales del año pasado y esto permitió al país asiático abastecerse de stocks de grano desde Sudamérica. En abril, las exportaciones brasileñas de maíz se ubicaron en 536.000 toneladas, por debajo de igual período del año previo. No obstante, se venía de 6 meses de un gran volumen de exportaciones de maíz, al tiempo que China se está adelantando y apresuradamente cambiando su foco para comprar el maíz de segunda de Brasil en vez de cereal estadounidense.
El jueves, la CONAB publicó sus estimaciones de producción y para el caso del maíz 2022/23 proyecta 125,54 Mt, 0,66 Mt más que el mes pasado y 12,4 Mt por encima del ciclo 2021/22. Es decir, se espera una gran producción en Brasil que compensará buena parte de lo perdido por Argentina. El aumento en la proyección de producción se fundamentó en más maíz de segunda que alcanzaría un total de 96,14 Mt, el 76% del total producido de maíz en Brasil. Tal como se observa en el siguiente gráfico, estacionalmente Brasil presiona con una gran oferta de maíz a partir de julio, pero este año lo hará con una gran producción al tiempo que Argentina también concentrará su recolección de grano hacia esta época del año, siendo dos factores que posiblemente repercutan en los precios internacionales.
Por Bruno Ferrari – Franco Ramseyer – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario