El sector agropecuario es el responsable del 10% del uso de microplásticos a nivel mundial. Su uso está presente en el polímero destinado para garantizar una adhesión eficiente entre el terápico y la semilla; evitando desperdicios, minimizando el desprendimiento de polvo y protegiendo las semillas tratadas de agentes exteriores.
El contratiempo es que la mayoría de las tecnologías disponibles incluyen polímeros sintéticos derivados del petróleo que, al no ser biodegradables, contaminan los ecosistemas cambiando la estructura física del suelo, los causes de agua y comprometiendo el crecimiento de las raíces y absorción de nutrientes, con la consecuente merma en los rendimientos.
Atento a esta problemática, y consecuente a su decisión de desarrollar soluciones destinadas a una agricultura regenerativa, Rizobacter aplica una innovación en la formulación de su biocontrolador fúngico (marca comercial Rizoderma) incorporando una tecnología libre de microplásticos. Esta nuevo desarrollo asegura la misma eficiencia de los polímeros, pero con una diferencia sustancial en el cuidado de la estructura física del suelo y capacidad para retener agua; y acorde a los requerimientos de los países europeos y economías exigentes respecto del cuidado del medioambiente en la producción de alimentos.
De esta manera, Rizoderma, el biocontrolador para semillas que ya venía creciendo sustancialmente con más de 1 millón de hectáreas tratadas en cultivos de trigo, soja y arroz (y cuyo registro está en curso en cultivos de vicia y tomate), hoy está cada vez más preparada para posicionarse como una tecnología que cumple con todos los requisitos (desempeño productivo, cuidado ambiental, y económicamente rentable) a nivel global. Y como si fuera poco, está certificado para agricultura orgánica.
BENEFICIOS APORTA UN PRODUCTO LIBRE DE MICROPLASTICOS
Mejoramiento de la estructura del suelo, agregados, materia orgánica.
Mejor desarrollo del sistema radicular de las plantas, obteniendo más nutrientes y agua y mayores rendimientos.
Contar con un cultivo sano y sustentable.
Evitar la contaminación de las napas y cursos de agua.
Aporta significativamente al objetivo de lograr una agricultura regenarativa.