En el caso de Argentina, se reporta una merma global de 46 millones de toneladas de los principales granos y oleaginosas para la cosecha 22/23, con foco en la soja y el maíz. Esto trae importantes consecuencias en la liquidación de divisas, con impacto en el PBI.
La región no es la única que sufre sequía: también se registra en varias partes de Europa, Norteamérica y Asia. Estos fenómenos se suman a otro tipo de desastres que se han registrado en el mundo: los impactos del cambio climático se vuelven cada vez más visibles.
El último INFORME sobre el tiempo, el clima y las catástrofes de AON (reporte que identifica desastres naturales y las tendencias del clima para tomar decisiones para gestionar la volatilidad mundial) reveló que los desastres naturales causaron una pérdida económica global de $313 mil millones durante 2022 (un 4% más que el promedio en lo que va del siglo XXI).
Desde AON advierten que la devastación que causaron los desastres en todo el mundo demuestra la necesidad de una adopción más amplia de los riesgos estrategias de mitigación, incluida una mejor gestión de desastres y sistemas de alerta que mejoren la resiliencia.