En ese marco, el área de Economía CREA organizó este miércoles una jornada en formato virtual (Economía Online) con especialistas de Allaria Agro Finanzas con el propósito de evaluar las alternativas disponibles en la actual coyuntura.
Un aspecto por considerar es que la restricción de divisas podría tornarse mucho más severa en 2023 y las autoridades monetarias, al momento de otorgar dólares a importadores, podría priorizar a otros sectores en función de diferentes factores. En ese contexto, el adelantamiento de la compra de agroinsumos podría tornarse una variable por considerar frente a la incertidumbre presente en el frente cambiario.
La primera alternativa financiera, en ese marco, consistiría en aprovechar todos los créditos disponibles en pesos con tarjetas bancarias agropecuarias y líneas de financiamiento para la inversión productiva de MiPyME, las cuales cuentan al momento con tasas de interés negativas en términos reales, es decir, que no lo cobran cubrir la inflación proyectada.
El problema de tales alternativas es que, según lo dispuesto por la Comunicación “A 7720” del Banco Central (BCRA), aquellas empresas agrícolas que no puedan demostrar que ya vendieron más del 95% de la cosecha de soja 2021/22 deberán abonar una tasa de interés mínima del 120% anual de la tasa de Política Monetaria del BCRA, lo que hace que esas herramientas no sean tan atractivas.
Otra alternativa es emplear descuento de cheques avalados por Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) para dejar abierta esa posición y esperar que el tipo de cambio oficial (a partir del cual se liquidarán los granos) evolucione por encima de la tasa de interés asumida o bien calzar la tasa asumida con contratos de futuros de dólar en el Matba Rofex, de manera tal que si la tasa implícita contenida en los contratos futuros de dólar resulte menor que la tasa asumida en los créditos en pesos, entonces la tasa de interés real asumida termine siendo negativa.
También existe la posibilidad de emplear cauciones en pesos, las cuales deben renovarse cada siete días y contar, a modo de garantía, con un título dolarizado.
Otra herramienta es la utilización de pagarés bursátiles denominados en dólares, los cuales, con plazos de uno año o más, puede tener tasas de 0,0% a 1,50% anual, dependiendo del perfil de la empresa en cuestión.
Cotizaciones de pagarés dolarizados en el Mercado Argentino de Valores (Mavsa)
En todos los casos, los especialistas de Allaria Agro Finanzas recomendaron que las empresas agrícolas tengan las carpetas con las calificaciones ya gestionadas para poder aprovechar las oportunidades que aparezcan, dado que las mismas, además de ser muy volátiles, suelen ser cubiertas con gran rapidez.
Con respecto a la gestión de liquidez de corto plazo, la recomendación es emplear colocaciones en Fondos Comunes de Inversión (FCI) money market (que invierten la mayor parte del capital en plazos fijos y cauciones), los cuales, si bien no logran cubrir la inflación, al menos evitan que se deprecie totalmente el capital por efecto de la elevada inflación.
Fuente: Agroeducacion