Un equipo del INTA acompaña las experiencias y las necesidades de demanda técnica que tienen los pequeños productores de Tolhuin –Tierra del Fuego–. Con un gran trabajo en equipo llevan adelante la producción de alimentos, sobre todo de fruta fina, en condiciones climáticas extremas.
Javier Mariño –investigador del INTA El Hoyo, Chubut– comentó: “La experiencia de producir en Tierra del Fuego es incipiente, recién están empezando. Gracias al turismo que se ha intensificado por las características del lugar, se transformó en una gran alternativa para la comercialización de diferentes productos”.
La Comarca Andina es una de las principales zona productoras de fruta fina en el país. Esta producción tiene la característica que se puede industrializar. “Funciona muy bien la venta en fresco, en preparados dulces y en algún otro tipo de producto”, señaló Mariño.
Los alimentos patagónicos contienen un importante valor agregado dado por su calidad, inocuidad y su producción en armonía con el ambiente. Las características de la isla son únicas y requieren un abordaje específico. El clima fueguino combina bajas temperaturas, fuertes vientos –concentrados en la época estival, momento de mayor vigor productivo–, escasa radiación solar y un marcado período de luz.
Abby Goodall –productora de la Huerta Harberton, Tierra del Fuego– explicó que: “La huerta que se encuentra dentro de la Estancia Harberton es la más antigua del país, desde 1885 se cultiva y es una tierra muy productiva”.
Y agregó: “Lo que mejor se da en la huerta son los kale, hay 8 variedades. También 6 o 7 variedades de lechuga, se ha probado cultivar coliflor, brócoli, una planta que se llama Chocha que no he visto en ningún otro lugar, y distintos tipos de acelga, todo se da maravillosamente bien”.
Para abonar la tierra de la huerta se utiliza el método lasaña, método de agricultura ecológica que no requiere que el suelo se labre para cultivar. Consiste en apilar capas de distintos materiales orgánicos disponibles en el suelo, estos se irán descomponiendo de a poco para que las plantas consigan de allí los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Iván Gonza Abraham –investigador INTA Ushuaia– comentó: “Acompañamos en el cultivar diario a la Huerta Haberton, un proyecto fundacional que tiene más de 100 años en Tierra del Fuego, brindando pequeños consejos para mejorar la producción en un clima subantártico sin periodo libre de heladas lo que dificulta mucho la producción. Más allá de esos obstáculos se producen alimentos de calidad, limitados un poco en cantidades, pero de muy buena calidad”.