En las últimas horas la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios publicó el ajuste en las tarifas para los trabajos a realizar, de cara a la cosecha.
En función de un tipo de cambio más débil, unos salarios que se han fortalecido frente a esto y una maquinaria nueva que se fortaleció en 22% en el último año, el ajuste de CUSA se fijó en un 3,47% al alza. Como contrapartida, la baja en el valor de los combustibles amortiguó esta suba de cara a una cosecha complicada por el panorama de sequía.
“Hay maíces de primera que se están cosechando que rinden 2.000 o 3.000 kilos, va a ser una zafra complicada”, dijo Edgardo Rostan, presidente de la Cámara.
En algunos casos, los productores han optado por abandonar la chacra, ensilando en su momento, picando maíz o incluso metiendo ganado dentro de las chacras. Alguna lluvia que se espera con ansias en los próximos días, puede ayudar a paliar un poco una situación que de todos modos va a ser complicada, y esto lógicamente repercute en la demanda de servicios.
“Con las sojas bajitas hay que andar despacio y se gasta más combustible, y a su vez si llueve mucho ya sobre la cosecha hay que entrar con rastrojos húmedos y es un desastre”, dijo Rostan, haciendo mención a lo que puede suceder climáticamente de aquí en adelante, cuando las mermas de rendimiento en muchos casos ya están decretadas de forma importante.
“Las deudas de agricultura se pagan con agricultura, y los productores ya están pensando en la zafra de invierno”, dijo Rostan, frente a un panorama complicado, si bien “veníamos demasiado optimistas”, tras dos notables campañas de invierno, en rendimientos y precios, y la de verano del año pasado donde las lluvias llegaron a tiempo para revertir una situación que hoy es compleja.