Esporádicas situaciones de inestabilidad, con tormentas muy sectorizadas, paliaron las altas temperaturas que dominaron en la primera quincena del mes. Luego, la circulación fue mezclando masas de aire y con mayor frecuencia de sistemas frontales, se logró una mejora en la performance pluvial, no generalizada pero que se establece como un indicio de cambio.
Como se puede ver en el mapa, se nota la mejora carga pluvial respecto de otros meses. Son extendidas las zonas donde las lluvias quedan por encima de los ciento treinta milímetros. También se destaca un gradiente negativo de oeste a este, es decir una disminución de las precipitaciones hacia la franja este del país. No obstante, teniendo en cuenta el contexto de arrastre, los totales mensuales son favorables, incluso en áreas del norte bonaerense y sur de SF. Este análisis, claro está, hay que desacoplarlo del análisis agronómico, dado que la las mejores lluvias llegaron en la segunda parte del mes, cuando los cultivares ya habían sido muy hostilizados por las condiciones ambientales. En resumen, desde el punto de vista meteorológico, la mejora es reconocible, en términos agronómicos es todo mucho más relativo, incluso en muchos casos es una mejora que llega tarde.
En el mapa se ven salteos importantes, algunos en el centro de BA, aunque los más significativos se marcan hacia la zona costera. Luego el centro norte de ER, se mantuvo con una oferta de agua muy por debajo de lo normal y también zonas del centro oeste de CB, no lograron captar la mejor oferta de agua que descendió desde el NOA. En general la distribución temporal de las precipitaciones, fueron más favorables sobre la franja oeste, siendo las mejoras de este definidas por lo sucedido principalmente en los últimos diez días del mes.
Hubo mejoras en términos estadísticos respecto de lo que ha venido sucediendo en meses previos. Ha sido más extendida la zona donde las lluvias han conseguido valores que se consideran dentro de los márgenes de normalidad. Esto es más claro hacia el oeste, observándose aún una fuerte anomalía pluvial negativa que predomina sobre la franja este del país, más marcada en el centro norte de ER y área del NEA. También se detectaron faltantes sobre la costa y el centro de BA.
En un análisis de gran escala, podemos concluir que la situación pluvial aún está lejos de resolverse, pero al menos en estos términos, comienzan a configurarse situaciones más heterogéneas donde las deficiencias van cediendo territorio a favor de comportamientos pluviales que tienden a normalizarse.
En este comienzo del mes de febrero se han concretado lluvias muy dispares, algunos chaparrones en el sudeste bonaerense y en zonas de CB, sur de SF y norte de BA, lograron sumar entre treinta y cincuenta milímetros. Sin embargo, estos primeros días las lluvias modestas han vuelta a ser protagonistas.
En cuanto a las temperaturas, el mes de enero mostro una clara división entre quincenas, con fuertes desvíos positivos en la primera quincena y una moderación hacia valores normales en la segunda. La transición hacia febrero presentó valores más frescos, que pudieron sostenerse en la primera semana, pero ya se nota un destacado repunte, con máximas hostiles y ambiente poco confortable.