El acuerdo firmado recientemente prevé una planta con capacidad para producir 88.000 toneladas al año —o 275 toneladas/día— de combustibles sostenibles, utilizando H2V y gas metano procedente de estiércol porcino. La planta debería estar lista a finales de este año.
La demanda de energía para electrólisis será abastecida a través de sistemas fotovoltaicos e hidroeléctricos. El biogás se procesará en metanol, derivado del hidrógeno, con la adición de hidrógeno verde.
La asociación está financiada por el proyecto H2Uppp, un programa global encargado por el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima de Alemania (BMWK, siglas en alemán). La agencia de cooperación alemana GIZ será responsable de la implementación, con el apoyo de las Cámaras de Industria y Comercio Brasil-Alemania (AHK) en Río de Janeiro y São Paulo.
“Es un proyecto internacional que asegura la existencia y el desarrollo de 332 explotaciones ganaderas reunidas en cooperativas”, explicó Dietrich Lehmann , director general de la empresa alemana Mele. «En esta situación en la que todos ganan, forma parte de la reorganización del suministro energético y la seguridad en Alemania».
Una delegación integrada por funcionarios del estado de Mecklenburg-Vorpommern y representantes de empresas de los sectores de energía y medio ambiente estuvo en Brasil en busca de alianzas.
“La implementación del proyecto representa el comienzo de una cooperación a largo plazo que servirá para el desarrollo futuro de la asociación entre Mecklenburg-Vorpommern y Paraná en Brasil. Continuaremos apoyando este proyecto de exhibición”, dijo Patrick Dahlemann , titular de la cancillería.
El proyecto
La eliminación de residuos para la producción de energía tiene como objetivo reducir el uso de fertilizantes minerales y evitar la contaminación de las aguas subterráneas, ya que los residuos no serán depositados en el suelo. Además, contará con un certificado de bienestar animal, que será enviado a los 332 cooperativistas.
Los entornos cooperativos serán inspeccionados para garantizar el cumplimiento de los requisitos de impacto positivo. La expectativa es que la iniciativa sea replicada a otras cooperativas de la región.
Según el director de GIZ Brasil, Markus Francke , la cooperación contribuye a la lucha contra los combustibles fósiles en el escenario internacional de transición energética.
“La producción y uso de hidrógeno verde y derivados apoya la transición energética hacia energías 100% renovables y, además, el desarrollo sostenible del mercado en Brasil y en el mundo”.
Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo