El Sistema Integral Georreferenciado de Ordenamiento Territorial (SIGOT) creado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se encuentra disponible para todo el territorio nacional y permite vincular los datos de los apiarios con los datos de aplicación de los productos fitosanitarios.
Creado en 2017, el sistema surgió “a partir de la articulación entre los Programas de Acridios y Nacional de Sanidad Apícola dada las acciones de control de la plaga de langostas. El objetivo fue controlar a la plaga de langostas sin perjudicar a abejas de los apiarios cercanos avisando a los apicultores con anticipación para que puedan tomar los resguardos necesarios y mitigar los efectos negativos que podían llegar a tener por el uso de fitosanitarios en el control de langostas”, explicó el responsable del Programa de Sanidad Apícola del Senasa, Mauricio Rabinovich.
Agregó: “Este trabajo viene dando buenos resultados: en los lugares donde se desarrollaron acciones de control de los acridios coordinadas por el Senasa nunca se detectaron apiarios afectados, el sistema de aviso funcionó y continúa funcionando muy bien”.
El sistema que se desarrolló gracias a esa articulación dio origen a una plataforma digital mucho más ambiciosa que propone evitar la mortandad de colmenas a causa de intoxicaciones por aplicaciones de fitosanitarios: el SIGOT. Desarrollado a partir del 2019, vincula los datos de los apiarios tomados del Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa) con aquellos que deben ser cargados sobre la base de recetas agronómicas de aplicación y datos del aplicador.
Los actores habilitados ingresan al SIGOT y completan la fecha de aplicación y los productos que van a ser aplicados, a su vez, marcan los lotes o potreros donde se realizará la aplicación. Una vez guardada esta información, el sistema le informa la cantidad de productores y productoras apícolas que recibieron un correo electrónico con esta información y la cantidad de colmenas presentes en la zona de influencia de la aplicación.
De esta forma el profesional que intervino en dar la instrucción de aplicación y el aplicador tienen la certeza que todos los apicultores recibieron la información.
Esta información es recibida en el municipio para el registro de estas actividades, a partir de lo cual brinda la oportunidad de contactarse con los apicultores avisados para ampliar recomendaciones sobre cuidados de sus colmenas.
El sistema requiere que se dibuje el polígono del lote o potrero donde se va a realizar la aplicación de los productos fitosanitarios y, a partir de este perímetro, se establece un radio dentro del cual se detecta la presencia de apiarios que pueden ser afectados.
Paralelamente, los apicultores y apicultoras que tienen su Renapa vigente y actualizado reciben un correo electrónico en el que se visualiza el lote donde se va a realizar la aplicación, el contacto del aplicador y del punto focal de su municipio. En el mismo correo se vincula una guía general de recomendaciones para el cuidado de sus colmenas.
A partir del 2019 el Senasa recomienda adoptar esta herramienta digital para cuidar la sanidad apícola y evitar los eventos de mortandades de apiarios: su uso no es obligatorio. La decisión de implementarla le cabe a cada provincia o municipio, por ese motivo, sus autoridades tienen la responsabilidad sobre las acciones, cuidados, protección, controles y fiscalización de las aplicaciones de fitosanitarios.
“Decimos que es un sistema de ordenamiento territorial porque partimos de la base que los actores no están conectados. Entonces este sistema básicamente pretende poner en relación a los actores productivos del territorio y que los municipios tengan conocimiento de qué se está aplicando, que sea amigable con el ambiente y por extensión con las abejas. Esto, en definitiva, promueve a un desarrollo territorial armónico que incluye a todos estos actores del quehacer productivo agropecuario”, completó Rabinovich.