Si se analiza globalmente el balance de los 17 aceites y grasas más relevantes que sigue Oil World, se comienza la campaña 2022/23 con altos stocks iniciales y producción que se espera al alza de los principales aceites vegetales. Mientras que, la demanda crecerá con más fuerza que la producción, pero los altos stock de aceite de palma y girasol garantizarán una oferta suficiente para abastecer el mercado de aceites.

La proyección de producción mundial de aceites y grasas es de 252,38 Mt para el ciclo 2022/23 (Oct/Sept) siguiendo datos de Oil World. Es decir, se estima un aumento de 6,9 Mt entre campañas, aunque no se está exento de cambios de perspectiva ya que aún es incierta la producción en el hemisferio sur y, particularmente, se mantienen las preocupaciones sobre los efectos de la sequía en Argentina. Se espera que para el período abril/septiembre de este año la producción de aceites y grasas alcance su mayor impulso si las cosechas de las oleaginosas y la producción de aceite de palma alcanzan los niveles proyectados. Por otro lado, la relativa escasez de mano de obra en la cosecha de aceite de palma en Malasia sigue siendo un factor decisivo a seguir de cerca.

En cuanto a exportaciones, se proyecta un récord de los últimos 3 años con 95,71 Mt. De esta forma, un aumento de 5,5 Mt dejará atrás la fuerte caída en comercio del ciclo 2021/22 afectado por la guerra entre Rusia y Ucrania. En el último trimestre de 2022, se registró un incremento en las exportaciones de grasas y aceites, fundamentalmente por el boom de comercio de aceite de palma desde Indonesia y de girasol desde Rusia. A nivel de campaña, se espera que China esté dinámico en importaciones con un aumento de 3,7 Mt entre ciclos comerciales, luego de una baja importante en los stocks de aceites en la campaña 2021/22. Por otro lado, Estados unidos tendrá un impulso de sus importaciones netas en 1,1 Mt de estos productos, debido a la gran demanda que existe actualmente en la industria de biocombustibles.

Por el lado del consumo de aceites y grasas, se espera en total un aumento de 10 Mt para la campaña 2022/23, dejando de lado la estabilidad en el consumo observada en las últimas campañas. En sintonía con la mayor demanda importadora, China y Estados Unidos serán dinamizadores de demanda en la campaña 2022/23. Por otro lado, Indonesia probablemente sea nuevamente el líder en el crecimiento del consumo de aceites vegetales con un extra de 2 Mt. Esto basado en el supuesto de que se confirmen los planes de aumentar la mezcla de biodiesel del 30% al 35% en el 2023.

En cuanto a los productos que motorizarán la producción y la oferta, en contraste con los sucedido en las tres campañas previas, se esperan aumentos importantes en la producción mundial de todos los principales aceites vegetales (palma, soja, girasol y colza) en el ciclo 2022/23.

El aceite de palma y de colza serían claves en la mayor oferta, al registrar un aumento productivo en conjunto de 5,72 Mt. En el caso del aceite de palma Indonesia y Malasia serían los dos jugadores claves del aumento en la producción. Por el lado de la colza/canola, los países responsables del récord productivo serían Canadá (↑0,7 Mt), EU-27 (↑0,5 Mt), China (↑0,3 Mt) e India (↑0,2 Mt).

Luego, respecto al aceite de soja se prevé un aumento en la producción de 1,16 Mt en el ciclo 2022/23, por debajo del potencial ante la mayor competencia del aceite de palma. Por último, en el caso del girasol la producción de semilla 2022/23 cayó 1,1 Mt en diciembre para Rusia, pero el efecto en la producción de aceite es prácticamente nulo debido a que se comienza con altos stocks. Respecto al ciclo previo, se espera un aumento productivo de aceite de girasol de 0,29 Mt respectivamente. En este sentido, Rusia y la EU-27 darán soporte a la producción de dicho aceite en esta campaña, con Ucrania contrarrestando parcialmente y cayendo 0,8 Mt respectivamente. A nivel de países, los mayores incrementos en la producción de aceites vegetales se esperan en Indonesia, Rusia, Canadá, Brasil, China y Estados Unidos.

En materia de precios de los principales aceites vegetales comerciados a nivel mundial, se ha perdido buena parte de las ganancias registradas hacia los meses de febrero/marzo de 2022 cuando se desencadenó el conflicto entre Rusia y Ucrania, que desestabilizó totalmente el mercado global de aceites dada la importancia de dichos países. A medida que se fueron normalizando las expectativas del mercado, los precios cedieron terreno al unísono para los para el caso del aceite de palma, soja, girasol y colza.

Actualmente, se destaca la gran competitividad que ha adquirido el aceite de palma respecto al resto de los aceites competidores desde el mes de julio. En el último trimestre de 2022 se estima un récord de las exportaciones mundiales de dicho aceite con 15,1 Mt, lo cual confirma el cambio de demanda por parte de los consumidores. En la primera mitad del año entre enero y junio de 2022 las exportaciones mundiales cayeron sustancialmente en 2,8 Mt interanual, en parte como resultado de la prohibición de exportaciones de aceite de palma desde Indonesia. Igualmente, dicho país clave ya se ha abierto al mercado y ha liquidado un importante volumen de stocks por consumo interno y exportaciones, lo cual probablemente impacte en menores primas de precios del aceite de palma respecto al resto de los sustitutos en los próximos meses.

Por otro lado, en cuanto al mercado europeo se están comercializando importantes stocks de aceites desde la región del Mar Negro, lo cual está presionando a la baja el precio del aceite de girasol y generando una importante competencia con el aceite de soja.

En cuanto a la perspectiva de precios promedio del primer semestre de 2023 para los principales aceites siguiendo orígenes claves, Oil World proyectó a finales de noviembre un escenario bajista salvo para el caso del aceite de palma. En este caso, tal como se comentó anteriormente dicho aceite se encuentra muy competitivo respecto al resto de sustitutos, lo cual dinamizó las exportaciones, pero es esperable un reacomodamiento de precios al alza para para el aceite de palma en el primer semestre de 2023.

Para el caso del aceite de soja FOB con origen en el Up-River, se espera que alcance un valor promedio de US$ 1.230/t para el primer semestre de 2023. De cumplirse este escenario, se observaría una baja de 7,16% respecto al último trimestre de 2022 y una caída de 25% respecto a igual período del año 2022. La mayor presión bajista se registraría cuando la cosecha de América del sur ingrese al mercado, aunque se espera que el precio del aceite permanezca más firme comparativamente con la cotización de la harina de soja. Las perspectivas de OilWorld incluyen el riesgo de sequía que persiste en la región considerando que, si la cosecha de Brasil alcanza al menos 150 Mt, es muy probable que los precios muestren un sendero bajista. Por último, también se proyecta potencial bajista en los precios del aceite de girasol y de colza/canola, ante la perspectiva de mayor producción y oferta exportable.

No obstante, a pesar del posible escenario de precios planteado anteriormente, persisten importantes desafíos e incertidumbre que puede complicar el escenario de precios. La evolución del conflicto entre Rusia y Ucrania es uno de los principales aspectos que puede generar volatilidad al precio de los aceites, sumado el escenario inflacionario, las posibilidades cada vez más ciertas de una recesión global, disrupciones en el mercado de fertilizantes y la incertidumbre climática.

Por Bruno Ferrari - Julio Calzada
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario