Algunas zonas productivas del país plantean ciertos desafíos de siembra que los productores y asesores técnicos deben descubrir cada campaña. Justamente, basados en sus experiencias, ellos ajustan la estrategia hasta conseguir la mejor adaptación. En este sentido, el caso testigo es el maíz y la siembra masiva y extendida de las fechas tardías, o bien también, con la elección de ciclos precoces, una tendencia que está en desarrollo en los últimos años. Al respecto, la búsqueda de grupos de madurez más cortos también está llegando a la soja.
Martín Diez Peña es representante comercial para la zona oeste y sudoeste de la provincia de Buenos Aires de Stine. El asesor está radicado en la localidad bonaerense de Trenque Lauque y recorre campos desde General Villegas hasta Coronel Pringles (Buenos Aires), así como también visita la provincia de La Pampa. "Este año, nuestra zona es un gran mosaico de situaciones productivas donde, durante el invierno, hubo registros con subzonas de muchos estrés hídrico y más afectada por las heladas y, otras, con precipitaciones de bajos milímetros, pero con sucesivas lluvias. De norte a sur, hay una progresiva mejora", reconoce.
Diez Peña dice que, hasta mediados de diciembre, la región venía con buen ritmo de siembra de cultivos tardíos, a partir del adelantamiento de la cosecha del trigo y la cebada, sin embargo, desde ese momento se frenó. Asimismo, aclara que se había avanzado con normalidad con los cultivos tempranos. "La soja, el maíz y el girasol sembrados tempranos están bien por ahora. En los casos de los de segunda, el avance es muy lote a lote y productor a productor", sostiene.
Teniendo en cuenta la complejidad que se está dando para la zona, sobre el final del año, Diez Peña refiere a que la genética Stine de soja corre con ventajas agronómicas estratégicas. "A pesar de que no está avanzando en la implantación del cultivo, sí hay malezas que están ganando el lote. En primer lugar, Stine dispone de la solución Enlist en todas sus variedades, la cual permite el rescate de malezas en postemergencia del cultivo, ganando eficiencia de control y más agua disponible para la soja. Sobre todo, para el manejo de malezas de hoja ancha", indica, y considerando que los materiales Enlist de Stine toleran la aplicación de herbicidas 2,4-D, glifosato y glufosinato de amonio.
Nueva tendencia
Además del "Sistema Enlist" para eficientizar el manejo de las malezas, al que se está sumando el desarrollo de genética con tecnología STS y Conkesta, Stine está invirtiendo, fuertemente, en el desarrollo de ciclos de madurez de soja más cortos. "Estamos trabajando intensamente en la siembra desde ciclos 2.5 hasta 3.8, que pueden ser estratégicos para fechas de siembra más tardías en ambientes templados detrás del cultivo de invierno. Es germoplasma más moderno para dotar de mayor rendimiento, plasticidad, estabilidad y potencial a la soja. Con esta genética, estamos consiguiendo un importantísimo avance", dice el asesor bonaerense.
Stine conoce bien de inserción de nueva genética más corta en los planteos productivos. "Actualmente, hay muchas situaciones que alientan a sembrar variedades de soja de ciclo corto, respecto a un ciclo intermedio o largo. Falta de humedad en el perfil, también se va cerrando la ventana óptima de siembra o causas de resiembra", subraya Diez Peña.
Entre los beneficios de ir acortando el ciclo para zonas o ambientes de siembra más templados o riesgosos, "lo principal que se gana con soja de ciclo corto es en el ajuste del manejo ya que hay mayores certezas sobre el momento en que sucederá el período crítico del cultivo. De esta forma, se puede ir escalonando fechas de siembra", explica.
Entre las variedades recomendadas para sembrar de manera tardía y de ciclo corto, desde la semillera destacan a Stine 29EB02, donde la E del medio indica la tecnología, en este caso Enlist E3, que se trata de un ciclo de madurez 2.9, de 122 días de madurez, donde tuvo muy buenos comportamiento tanto como en bajas y alta densidades.
También está la variedad Stine 25EB32 para fechas más tardías, de 118 días de madurez, una de las sojas más cortas del mercado, con un buen comportamiento a mayor densidad de siembra, que la anterior.