Las sembradoras son las máquinas que están en la base del proceso agrícola y su trabajo influye en el rendimiento final del cultivo.

Las condiciones óptimas en que debe funcionar una sembradora para lograr precisión requieren de un enfoque agronómico.

Existen factores que provocan mermas en los rindes y, por lo tanto, una brecha con los niveles potencialmente óptimos.

Se trata de cinco factores:

La nutrición
La emergencia de las semillas
El sistema dosificador de la sembradora
El espaciamiento entre semillas

La población, que se vincula con la siembra variable para aplicar la dosis justa en cada ambiente

Fundamental

El factor más importante que se debe controlar al momento de la siembra para evitar pérdidas de rendimiento, consiste en lograr una emergencia rápida y uniforme.
Implica que todas las plantas crezcan y se desarrollen al mismo tiempo, explican desde Precision Planting Argentina.

Los problemas de emergencia incluso tienen más impacto que los de singulación (fallas y dobles) o incorrecto espaciamiento.

La emergencia está afectada por características propias de la semilla como el vigor de la misma, las condiciones de humedad y temperatura donde serán colocadas, el nivel de residuo dentro del surco y la densidad del suelo alrededor de la semilla.

La densidad de suelo alrededor de la semilla se modifica al sembrar porque las partes mecánicas de la sembradora, principalmente las ruedas limitadoras de profundidad, los sistemas afirmadores y de tapado, estarán jugando un rol importante sobre la densidad del suelo.

La relación ideal para lograr una óptima germinación, crecimiento radicular y actividad microbiana es del 50% de partículas sólidas (material mineral más materia orgánica) y 50% de espacio poroso repartido entre aire y agua, indican desde Precision Planting.

Fuente: MaquiNAC