El Síndrome Reproductivo Respiratorio Porcino (PRRS) es una enfermedad viral que puede presentarse de dos formas clínicas. Por un lado, una deficiencia o fracaso reproductivo en los animales reproductores y, por el otro, enfermedad respiratoria en los cerdos de cualquier edad. Está considerada como la enfermedad de mayor gasto sanitario del mundo, ya que convivir con el virus genera realmente importantes gastos, porque produce grandes pérdidas reproductivas y eleva los costos también en el engorde por la mortalidad asociada a la circulación viral.
Pero, sin dudas, "el aspecto más sensible de la enfermedad es que cuando la inmunidad de la población baja en el hato reproductor e ingresa una nueva cepa viral, con distinta carga antigénica que escapa a la inmunidad de los animales, se desarrollan problemas reproductivos", comenta el profesional.
Según Sarradell, producir con circulación del virus de PRRS cuesta entre 6 y 7 dólares más: "Se puede producir con PRRS. Se elaboran diversas estrategias que buscan la estabilidad inmunológica para evitar las formas clínicas de la enfermedad, que son las que nos generan la mayor pérdida económica", pero producir de ese modo también tiene un costo. Es decir, "en forma genérica, la enfermedad de PRRS es, como su nombre lo indica, un síndrome reproductivo y respiratorio. La sigla describe muy bien la signología: abortos principalmente al final de la gestación, partos prematuros, nacidos débiles, animales de baja viabilidad, alta mortalidad de lechones en lactancia -quizá eso queda fuera de la sigla, pero es otro de los signos- y problemas respir atorios asociados; ese es el abanico".
Dentro de la enorme cantidad de síntomas, los más específicos que pueden llamar más la atención, para alertarnos e informar a las autoridades de una sospecha, serían los reproductivos. "Tener una tormenta de abortos de pronto en la granja y que no tengamos clara cuál es la causa, claramente es una señal de alerta que no debe ser desatendida", explica Sarradell.
Desde un aspecto nacional, y específicamente con relación a PRRS y dada la necesidad compartida entre el sector público y privado de mantener esta enfermedad fuera del país, desde hace muchos años se trabaja de manera conjunta compartiendo información técnica y de campo. Además, se han consensuado las medidas que se aplican en las importaciones de reproductores, equilibrando las necesidades de genética con un nivel adecuado de protección que mantenga la producción porcina nacional libre de PRRS.
Por el Dr. Javier Sarradell, veterinario, consultor y asesor de PROVIMI