El desdoblamiento cambiario es un síntoma del desorden actual y no la enfermedad. Es difícil que pueda unificarse si no se soluciona el desorden fiscal que es la enfermedad.
Para unificar el mercado cambiario es imprescindible la liberación del dólar. Jamás podrá haber un solo tipo de cambio si existen restricciones a las compras de divisas. Eliminar los controles implica que necesariamente habrá un salto del tipo de cambio para acomodarse al nivel que resulte del cruce entre la competitividad de la economía para generar dólares y la demanda de dólares por parte de la gente. En este sentido, la liberación implica la suba del dólar libre producto de que este nivel no está correctamente reflejado en el actual tipo de cambio oficial con restricciones.
Durante el último año se implementaron varios regímenes especiales como las dos ediciones de dólar soja y el dólar Qatar, entre los más conocidos. Esto es desdoblamiento que es lo opuesto a la unificación del mercado cambiario. Para unificar el mercado cambiario es necesario no seguir creando regímenes cambiarios especiales, ni siquiera con fines impositivos o para captar divisas.
¿Qué condiciones deben darse para poder unificar el mercado cambiario?
Actualmente el público demuestra un rechazo por la emisión de pesos. Por eso, toda emisión de pesos tiene que ser absorbida por el Banco Central con Leliqs. Si se unifica y libera el tipo de cambio, todo el exceso de pesos absorbido por las Leliq tenderá a irse al mercado único del dólar, presionando así a fuertes y sostenidas subas del tipo de cambio.
Por esto, es imposible unificar el mercado de cambios con este fuerte rechazo de pesos por parte de la población. La unificación del mercado cambiario exige que la gente vuelva a tener confianza en el peso.
Para recuperar la confianza en el peso hace falta una política seria y creíble de reordenamiento del Estado. Esto es equilibrar las cuentas públicas, pero no con recetas tradicionales de retrasos salarial y jubilatorio, retraso en los pagos a proveedores o creación de nuevos impuestos, sino con una simplificación tributaria y una refuncionalización de los tres niveles de gobierno (nación, provincias y municipios).
Es un sinsentido querer solucionar el síntoma, que es el desdoblamiento cambiario, si no se ataca la enfermedad que es el desorden fiscal y la disfuncionalidad en la gestión del Estado.
Fuente: Idesa.org