Maíces tempranos 2022/23: “estamos cómo en cuartos de final: si no llueve, se van”
En una semana los cuadros regulares y malos han aumentado un 24% y los buenos han descendido un 21%. De las 200.000 ha de maíz temprano sembradas en región núcleo, el 55% esta regular y el 25% en mal estado. Solo se conservan en buenas condiciones un 20% de los cuadros. Desde los alrededores de Rosario dicen: “estamos cómo en cuartos de final: si no llueve, se van. El cultivo se juega la última ficha con estas lluvias que se pronostican. Si se atrasan, se cocinan. Ya estamos pensando en un 50% de merma del rinde. Es muy dramática la situación”. Y explican que hay mucha preocupación porque además el cultivo está entrando en la fase de crecimiento rápido y falta poco para la floración: “llegar al 20 de diciembre con 20 a 30 mm es casi como tener firmados el certificado de defunción”. Desde Cañada de Gómez, dicen: “los maíces, tanto los de septiembre como los de octubre, están en situación crítica. De día muestran mucho estrés, están encartuchados, por la noche tiende a revertirse un poco la situación, pero están todos en mal estado. Tiene que llegar la lluvia del fin de semana sí o sí”. En Corral de Bustos expresan con preocupación no hay lluvias importantes pronosticadas: “con 15 mm, hacemos poco y nada. Si bien los maíces están muy estresados, todavía se mantienen, pero la situación es un desastre. Hacía mucho no se veía algo así”. En Venado Tuerto y alrededores los maíces continúan mostrando grandes síntomas de estrés a pesar de los 15 a 40 mm que recibieron en la última lluvia. Donde sí están mejor es en el noroeste de Buenos Aires, en Piedritas, donde los maíces han mostrado una recuperación tras los 45 a 60 mm registrados la última semana.
Por el estrés: hay “estrangulamiento” de la base del tallo en plántulas de soja de primera
En la última semana, se sumaron 100.000 ha a la condición mala y otras 200.000 ha a la regular en la región núcleo. En total son 300.000 ha malas y 1,43 M ha regulares en soja de primera en esas condiciones (8% y 35% respectivamente). El 51% se la considera como buena y solo un 6% como muy buena. En Venado Tuerto, por el estrés hídrico y térmico se observa “estrangulamiento” de la base del tallo en plántulas, situación que hace mucho no se veía en la zona. En Cañada de Gómez lo que se sembró sobre cultivo de servicio o campo laboreado es lo que está más grave. Se está viendo una especie de cancro o “escaldadura” en la base del tallo por las altas temperaturas que está matando a las plántulas. En los lotes de inferior calidad que se sembraron sobre vicia o avena se ven plantas secándose. En los alrededores de Cañada Rosquin y en Corral de Bustos son más optimistas: el cultivo puede aguantar un tiempo más sin agua porque está en estado vegetativo, entre V1 y V4, y la demanda es aun baja. En la zona de Rosario y Aldao, la soja de primera está en condiciones regulares: “los requerimientos son bajos, pero si no llueve no hay crecimiento”, advierten. El desarrollo radicular no es importante y dependen de los primeros 20 a 30 centímetros. “Es muy difícil pasar las semanas sin pérdidas sin al menos una lluvia de 10 mm”. Todavía queda un 10% de la soja de primera por sembrar. En Cañada de Gómez y Casilda algunos están evaluando, en el caso que el barbecho que se haya realizado lo permita, hacer maíz tardío.
Se ha logrado sembrar un 25% del maíz tardío
Son 325.000 ha de maíz tardío y hasta algunas de maíz de segunda las que se han implantado en toda la región. Se avanzó dónde las últimas lluvias dejaron algunos milímetros. En el suroeste bonaerense reportan un 50% de avance, en Venado Tuerto 20%, en Rojas 55%. Pero en el resto de la región la siembra se generalizaría recién a mediados de diciembre, siempre y cuando llueva. Por otro lado los asesores comentan que con el maíz tardío están más holgados con la fecha de siembra que con la soja por lo que están evaluando la posibilidad de incorporar más hectareaje: “aún falta bastante de sembrar de soja de segunda y cada día que de atraso perdemos potencial de rinde. Por lo que nuestro limite es el 15 o 20 de diciembre. Hasta allí esperaremos una lluvia para recuperar humedad.
Pasada esa fecha los lotes se destinarán a maíz tardío”
600 mil ha podrían quedar fuera de los planes de siembra de soja de segunda
La siembra de soja de segunda avanzó solo 18 puntos porcentuales en la última semana. El progreso de la región es del 33%. Por la falta de humedad, podrían quedar 600.000 has fuera de los planes de siembra. Cada día que se atrasa la fecha de siembra, se pierde potencial de rinde. Y sin lluvias, hasta el 15 o 20 de diciembre, los lotes se destinarán a maíz tardío. En Cañada de Gómez se sembraron solo algunos lotes puntuales. Pero se está esperando más agua: con la sequía apenas nacen se secan. En Corral de Busto se aprovechó el agua de la última lluvia para sembrar algunos lotes. Allí se lleva implantado un 30% de área.
Alerta: Santa Fe con los suelos al “rojo”
La última actualización de reservas hídricas al 7 de diciembre es 2022 es alarmante. Con la última semana de temperaturas con máximas de 40°C, viento, y baja humedad relativa, la demanda atmosférica ha intensificado la desecación de los suelos. De esta forma, casi la totalidad de Santa Fe está en la categoría más grave de sequía. Como es un mapa de anomalía, lo que refleja es que la provincia tiene las peores reservas hídricas respecto de los valores normales estadísticos de los últimos 30 años. Lo mismo se refleja para la mitad norte de Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y el NE bonaerense. Al comparar con la misma situación del 2008, se nota como las lluvias de finales de noviembre y principios de diciembre llegaban oportunamente en aquel entonces para mejorar las condiciones de los cultivos y seguir con las siembras. En cambio, hoy lo que se observa es que Argentina transita la campaña gruesa con las peores condiciones climáticas de al menos los últimos 30 años.
¿Por qué no se producen lluvias importantes en la región pampeana?
“Las altas temperaturas deberían favorecer los sistemas precipitantes conectivos típicos de esta época del año. Desafortunadamente, la presencia de un sistema de alta presión, muy establecido sobre el continente a la altura del noreste de Santa Fe, desorganiza esa actividad alejando la posibilidad de lluvias sobre la franja este de la región pampeana”, responde el consultor Elorriaga. “Aparte, el enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico Ecuatorial Central mantiene el patrón de anomalías negativas validando los pronósticos de continuidad del fenómeno “La Niña”. Aiello agrega: “estamos viendo en los modelos que el enfriamiento incluso se sostendría sin mayores cambios durante enero, manteniendo su efecto negativo en la circulación atmosférica y el patrón de lluvias del trimestre del verano”.
¿Qué tiene que pasar para que llueva en diciembre?
“La clave del comportamiento pluvial de diciembre está en un cambio de posición del sistema de alta presión”, responde Elorrriaga. “Un corrimiento hacia el este, saliendo del área continental, podría favorecer el ingreso más eficiente de masas de aire con alto contenido de humedad compensando positivamente los efectos limitantes que provoca “La Niña” sobre las precipitaciones”. “Las condiciones estivales se seguirán imponiendo durante la primera parte de diciembre. Pero, puede haber un mayor nivel de actividad atmosférica que podría capitalizarse durante la segunda quincena con mejores aportes de agua”.
Aún con un diciembre normal de lluvias, hay un déficit de 40 mm en los suelos de la región núcleo
Hubo un dato que encendió la alerta. En Montebuey, en un ensayo se midió contenido de agua hasta el metro y medio del suelo en un lote tras la cosecha de trigo. El resultado era de 10 mm. Consultamos a ingenieros de la zona que habían hecho mediciones en setiembre. Nos decían que “si no eran 10 mm eran 30mm”, corroborando que los perfiles de los suelos están realmente muy secos tras el cultivo de trigo. La alerta es porque, en diciembre, aún con lluvias ajustadas a las estadísticas, por las condiciones normales de evapotranspiración del mes, normalmente hay un déficit de unos 40 mm en promedio para la región. Esto pasa siempre. Pero pasa desapercibido por las recargas de la primavera. Aparte, los suelos de la región núcleo productora de argentina tienen una capacidad de almacenamiento de agua en todo el perfil de 200 a más de 300 mm. Pero, ante 3 años consecutivos de lluvias por debajo de lo normal, el reciente fallo de las lluvias de otoño y primavera y las condiciones extremas de demanda atmosféricas de las últimas 4 semanas, es crítico saber cuántos milímetros quedan en los perfiles. Más aún, cuando se espera que el mes de diciembre tenga un comportamiento pluvial similar al de noviembre, mes en el que las lluvias han quedado por debajo del 50% de las medias mensuales estadísticas para la región núcleo.
Hoy valen oro: las reservas de milímetros en el perfil
Los que van a hacer maíces tardíos esperaran contar con al menos 100 a 150 mm para pasar el verano y “llegar” a las lluvias del otoño. Las cuentas dan justas y para los lotes que vienen de trigo no dan. “Hoy el agua en profundidad que haya disponible en cada lote tiene un valor fundamental, es la caja de ahorro que de alguna manera tiene el cultivo, si es que logra desarrollar raíces suficientemente profundas para llegar a capas más profundas. Esas reservas suelen estar por debajo de los 70 cm y más también”, explican los ingenieros del área. En San Gregorio, dentro de la zona más castigada por la falta de agua de noviembre, dicen, “hasta los 2 metros contamos con 60 a 100 mm. El primer metro está muy seco. Es clave que llueva todas las semanas al menos 10 o 15 mm para estirar la agonía. Con el estrés térmico que estamos transitando, se pueden secar cultivos y haber problemas de implantación. En Cañada de Gómez, los lotes tienen entre 60 a 150 mm hasta los 2 m del suelo. “Depende mucho de la rotación y la zona. Lo de los perfiles es correcto: hay zonas que no llovió nada y podes estar negativo. Es una realidad, la situación es crítica”.