Con estas observaciones, comienza su análisis semana el profesor e investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, Dante Romano, sobre el mercado internacional y nacional de granos.
A nivel local, Romano indica que la situación es diferente: "la seca está demorando y complejizando no solo la comercialización de trigo, sino también la de maíz temprano y soja. Sus precios por esto están sostenidos: nadie vende. Pero es un mercado vacío".
"En ese contexto se plantea cada vez con mayor insistencia que diciembre traerá un nuevo dólar soja por las necesidades de aumentar reservas y recursos fiscales en un año político", detalla y agrega: "Hay que ver si esta vez la medida es tan eficaz como antes, ya que los productores ahora están a un ritmo de comercialización más normal, muy líquidos, y con dudas productivas. A su vez, esto frenaría ventas de maíz disponible, que estaban activándose".
Sobre el clima, las lluvias llegan muy de a poco, sin lograr revertir la muy baja humedad de los suelos. "Recién en enero se ven chances que el año niña revierta, y la duda es si llegará a tiempo para la soja. Pareciera que la única apuesta productiva de menor riesgo es el maíz tardío", considera Romano.
Finalmente, el profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales recomienda ser "muy" prudente: "No vender maíz temprano, ni trigo, recurrir a PUT en caso de maíz temprano. En cuanto a soja, esperar el mercado climático de enero para avanzar con ventas más CALL, y donde si aprovecharíamos, sería para los precios del maíz tardío".
Además, esta semana, compartimos un análisis especial de Dante Romano sobre la posible nueva edición del "Dólar Soja":
Fuentes periodísticas dan por hecho que, esta semana, se publicará un nuevo dólar soja para que se implemente durante diciembre, y que la discusión pasa por el tipo de cambio: Se habla de entre 215 y 235 $/USD frente al actual 163. Esto implica un aumento del cobro en pesos de entre 33% y 40%.
Pero en la experiencia anterior lo que se observó fue una caída del valor en dólares.
El productor observó el aumento en pesos, que consideró elevado y una oportunidad, y aceptó valores más bajos en dólares tomando el dólar soja, pero más alto tomando el dólar oficial, ya que la decisión fue comprar insumo, precancelar deuda a dólar oficial, y -en una proporción menor- recomprar posiciones diferidas, o colocar los excedentes de pesos en instrumentos financieros vinculados al dólar.
Lo cierto es que en el momento del dólar soja de septiembre, la comercialización de soja venía muy atrasada y se aceleró, para quedar en niveles normales tomados en volumen comercializado.
Pero tomando el dinero generado por el sector, como ya se venía con buen ritmo de ventas de los otros granos, y precios más altos, ya se había generado a fin de septiembre la misma "caja" que el año anterior.
A eso hay que sumar que estamos en medio de una sequía, que hace a muchos dudar cuánto cosecharán en la nueva campaña. Por ello, muchos productores quieren mantener stocks para compensar posibles quebrantos del año próximo.
Los que tienen mayor perspectiva de aprovechar esto son quienes hacen trading de granos, vendiendo disponible y recomprando en las posiciones siguientes, otro grano, o colocándose en instrumentos financieros.
Eso llevaría a que la demanda de insumos y pagos anticipados de deuda en dólares sea menor.
En contra de este argumento, las decisiones de compra de insumos se demoraron, sus precios bajaron en dólares, y un tipo de cambio especial para la soja podría generar una oportunidad muy buena para terminar de comprar los insumos. Aquí nuevamente la seca genera un punto en contra.
De todas formas habría que ser cuidadoso con las expectativas de ventas, liquidación de dólares y comercialización de soja que se generaría ahora.
Por otro lado, si mes por medio pasamos a tener un dólar soja, esto podría llevar a que los productores no vendan, salvo que tengan esa medida a la vista.
Fuente: Universidad Austral