El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) actualizó el Módulo Abejas dentro de su Guía de Sanidad Animal para la Agricultura Familiar, en el que brinda los ejes principales para la producción apícola en este sector.
Se trata de una compilación de información útil para los productores y productoras familiares que aborda las características de la producción apícola del sector, las enfermedades de las abejas con mayor impacto en la producción, las buenas prácticas apícolas, la forma de reconocer signos de enfermedad en las colonias y la documentación, trámites necesarios y normativas del Senasa.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de este año considera que la actividad apícola en Argentina se desarrolla en casi todas las provincias y representa una gran posibilidad para trabajar con los jóvenes y favorecer el arraigo. “Se estima que del total de productores y productoras apícolas en Argentina, el sector de la Agricultura Familiar representa aproximadamente un tercio”, explicó Fabricio Chaar Letourneau, veterinario de la Coordinación de Agricultura Familiar del Senasa.
La cría de abejas o apicultura es una actividad productiva que puede brindar beneficios económicos con poca inversión y realizarse en forma simultánea con otras actividades agropecuarias. “Esto se debe a que no se requiere ocupar tierra apta para el cultivo o el pastoreo o ser propietario de donde se colocan las colmenas”, detalló Chaar.
La guía incluye conceptos acerca de la producción apícola familiar y sobre las enfermedades y plagas que afectan a las abejas y cómo reconocer sus principales signos. “En relación a la producción primaria, los ejes principales de la labor del Senasa apuntan a resguardar la sanidad de las colmenas de las enfermedades endémicas de nuestro país y mitigar el riesgo de ingreso de las plagas exóticas. Es necesario aplicar un mejor manejo sanitario integral para atender la salud y el bienestar de las abejas, como así también la calidad e inocuidad de los productos que obtenemos de las colmenas”, agregó Mauricio Rabinovich, responsable del Programa Nacional de Sanidad Apícola del Senasa.
La presencia de enfermedad en las abejas disminuye la cantidad y calidad de los productos que se obtienen de la colmena, y provoca grandes pérdidas económicas para quienes se dedican a la producción. Es importante tener en cuenta que ninguna de las enfermedades de las abejas afecta en forma directa la salud de las personas.
El cuidado de las abejas
“Prácticamente tres de cada cuatro alimentos están relacionados en forma directa con el accionar de los polinizadores y fundamentalmente, con el de las abejas”, expresó Rabinovich.
Estos pequeños insectos contribuyen a la biodiversidad de los ecosistemas naturales y a la polinización de los sistemas productivos biodiversos, por lo que guardan una relación directa con la mayoría de los alimentos que consumimos. Al polinizar las flores, favorecen la producción de más cantidad y mejor calidad de frutas y hortalizas: café, sandía, melón, uva, frutilla, frambuesa, frutas de carozo y pepita, naranja, almendras y cerezas, entre muchas otras.
Desde hace unos años, el Senasa está comprometido en la difusión de la importancia de cuidar a las abejas, “las llamamos nuestras pequeñas heroínas por su importante rol en los ecosistemas y en la producción de alimentos”, completó Rabinovich.
La Guía de Sanidad Animal para la Agricultura Familiar – Módulo Abejas se puede descargar ingresando a la página web del Senasa.
Quienes deseen más información, comunicarse a los correos electrónicos apicultura@senasa.gob.ar o al de la Coordinación de Agricultura Familiar senaf@senasa.gob.ar.