Se espera que la población mundial aumente en 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, pasando de los 7.900 millones actuales a los 10.000 millones en 2050. Este aumento demográfico pasa inexorablemente por abordar el reto de cómo alimentar a esa población, en un contexto en el que el cambio climático hará que cada vez sea más difícil producir alimentos por la escasez de un recurso tan importante como es el agua.
Resolver este reto desde la óptica de la agricultura ha sido el objetivo del III Congreso Inversolar, celebrado bajo el lema “El futuro es aquí”, que se clausuró el viernes tras dos días de ponencias en las que han participado diversos expertos nacionales e internacionales que han abordado esta problemática poniendo el foco en los invernaderos solares como un recurso no solo eficaz, sino sostenible para producir más con menos y respetando el medio ambiente.
En Almería, España, donde a pesar de que el 24% del territorio es árido se ha conseguido que la producción hortofrutícola sea una de las más importantes de España y Europa, gracias, entre otros factores, a la buena gestión del agua.
En el Congreso, además, se ha informado de varios proyectos que ya están en marcha para cultivar plantas tolerantes a la sequía a través de bioestimulantes, los avances en biotecnología para conseguir ahorros en el consumo de agua desde las necesidades de la planta o la producción de agua fertilizada para el riego de invernaderos como una posible solución al alto coste energético que supone la desalación.
En las 35.000 hectáreas de cultivos bajo abrigo existentes en las provincias de Almería y Granada, se producen anualmente unos 4,5 millones de toneladas de productos hortofrutícolas, el equivalente al total de productos hortofrutícolas que cultiva Alemania, destinadas al mercado nacional e internacional.
También se ha abordado la aportación positiva de las frutas y hortalizas a la salud. El catedrático de Nutrición y Bromatología, Antonio Meléndez definió los invernaderos como una “fábrica de carotenoides” o lo que es lo mismo, “una fábrica de salud”. Explicó que “los carotenoides son unos pigmentos naturales responsables del color de muchos alimentos y son esenciales para el desarrollo de las plantas, su supervivencia y su propagación, por eso son esenciales para dar de comer al mundo”. Pero, además, “algunas de estas sustancias son precursoras de la vitamina A, uno de los nutrientes más importantes para combatir la desnutrición en el mundo”, apuntó el catedrático.
El III Congreso Inversolar es una de las acciones incluidas en el programa Cute Solar: cultivando el sabor de Europa, programa impulsado por APROA, Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Andalucía, la Organización Interprofesional Española de Frutas y Hortalizas, y AREFLH, Asamblea de las Regiones Europeas Hortofrutícolas, con el objetivo de informar a los consumidores europeos de las características específicas de los métodos de producción agrícola en invernaderos solares, especialmente en aspectos clave como la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente y la seguridad, calidad y trazabilidad de los cultivos.
El programa, que cuenta con una inversión total de 1,95 millones de euros, está cofinanciado por las organizaciones proponentes y la Unión Europea, tendrá una duración de tres años (2020-2022) y se desarrollará en España, Alemania y Bélgica.
Fuente: Portal Fruticola