Los empresarios de la industria aprovecharon la presencia del ministro de Economía, Sergio Massa, en la 28º Conferencia Industrial para decirle públicamente y de manera directa que las restricciones a las importaciones están generando “una situación crítica de los stocks”.
“Es un favor que te pedimos”, le rogó Miguel Ángel Rodríguez, secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA) y director de operaciones de Sinteplast, a Massa, frente a un centenar de empresarios que lo escuchaban con atención en Parque Norte.
El ministro de Economía llegó preparado para responder esa inquietud pasadas las 14. Eligió entrar al predio por la puerta principal y atravesó el largo salón mientras saludaba a quienes se le acercaban, posó para las selfies y escuchó los reclamos de los empresarios que le comentaban sus dificultades para operar.
El evento de la UIA estuvo atravesado por las mayores restricciones para importar. Los empresarios de las distintas industrias se aconsejaban mutualmente con qué debían stockearse, “porque dentro de poco va a faltar o aumentará de precio”, como es el caso del vino o los protectores solares.
“El cuidado de reservas es un tema que sobrevuela el salón”, dijo el ministro a los empresarios, luego de almorzar en un apartado privado con los directivos de la UIA. Y explicó las dos razones que los llevó a cambiar el anterior sistema de importaciones SIMI por el actual SIRA.
“Muchas empresas habían reiterado los pedidos en SIMI porque no teníamos un sistema con trazabilidad; ahora el sistema está monitoreado por todos los organismos que intervienen en el proceso. Además, cuando mirábamos antes en términos de inventarios de demanda, aparecían pendientes por US$39.800 millones de importaciones para el período entre septiembre y diciembre. Todos sabemos que ese número no es el que necesita la producción para trabajar o desarrollarse, sino que tenía que ver con pedidos acumulados reiterados o medidas cautelares”, dijo Massa.
Pese a esta explicación, Miguel Ángel Rodríguez volvió a reiterarle que el atraso en las aprobaciones de importación “está afectando la cadena productiva”. Y le comentó: “Hay empresas que han tenido problemas. A su vez, cuando las SIRA son autorizadas, tienen una virtud que salen con una fecha de pago, pero para el 99% de las empresas, esas fechas no son adecuadas a los valores de mercado que puede conseguir. Cuando nos damos vuelta para buscar financiación, no encontramos a nadie atrás. Y cuando hablamos con los proveedores, nos dicen que los plazos de mercado mayores a 180 días no existen”.
“Necesitamos plazos de mercado normales para poder trabajar con nuestros insumos importados o no vamos a tener ningún insumo, porque los proveedores lo van a derivar a otro lado. ¿Cómo se puede acomodar eso?”, le preguntó el empresario industrial, de manera cordial.
Fue entonces cuando el ministro de Economía volvió a justificar el cambio de sistema: “Quisimos separar la paja del trigo con el cambio de sistema y ahora queremos que no paguen justos por los pecados”.
Para ello, Massa anunció dos medidas. En primer lugar, el Ministerio de Economía trabajará con el Banco Nación para establecer un sistema que ayude a las empresas a acceder a financiamiento. “La mayoría de los bancos extranjeros son corresponsalías de los bancos argentinos. Pero no es el caso de las sucursales del Banco Nación en Nueva York y en Madrid. Vamos a habilitar un mecanismo de financiamiento desde el Banco Nación para aquellos sectores y actores que tengan capacidad de crédito en la Argentina, pero que no tengan acceso al mercado de crédito internacional. Lo vamos a fondear con dos mecanismos de garantía, uno con un organismo multilateral y otro con un fondo sobre la base de tenencia de títulos públicos que tiene el Estado argentino”, explicó.
“Vamos a colateralizar garantías para darle financiamiento desde Estados Unidos y desde España a los que necesitan importar desde el mercado europeo y el estadounidense, utilizando instrumentos que ya tiene el Estado vía Banco Nación a crédito que con otro tipo de actores no pueden acceder”, agregó.
Por otro lado, Massa dijo que, luego de recibir varios planteos en el almuerzo, en especial del sector del caucho y del plástico, acordó con Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA, “tener un mecanismo que les permita resolver problemas”.
“Le planteé a Daniel que tomamos la decisión de incorporar al semáforo de riesgo, a la mesa semanal de trabajo de todo el sector público –Banco Central, Aduana y Secretaría de Comercio–, al director ejecutivo de la UIA, [Diego Coatz], para que coordine a su vez con cada una de las cámaras para que vayamos viendo cuáles son los semáforos de riesgo y cuáles son las situaciones críticas para que podamos ir resolviendo”, dijo.
Entre risas, Miguel Ángel Rodríguez avisó que iba a compartir con todos el teléfono de Coatz. “Después comparto el teléfono de Diego. Necesitamos que se activen más las autorizaciones. Hay empresas que llegan a una situación crítica de los stocks o algunas hasta tienen quiebres. Es un favor que te pedimos”, le dijo el empresario.
Massa volvió a reiterar que buscarán que “los dólares que tenemos en las reservas se utilicen para el trabajo y la producción, no para especulación ni para importación de bienes traminados, que no necesitamos, que muchas veces termina siendo parte del sistema de abuso que reina en el sector de comercio argentino”, lo que le valió el aplauso del público.
Fuente: La Nación