La historia del desarrollo rural de Israel se remonta a hace más de 112 años, con el establecimiento del primer kibutz, fue en ese entonces que comenzó una historia de innovación y emprendimiento social, así como tecnológico. Desde ese momento desarrollaron una sociedad y un modo de vida comunal, socialista y democrático, basado en gran parte en el trabajo del campo. “La escasez de recursos naturales, los suelos áridos, la falta de agua y un clima bastante hostil, motivó, aceleró y género la innovación y el desarrollo agrícola de mi país”, afirmó el embajador Dagan.
Hoy en día Israel es reconocido por la invención del riego por goteo, por semillas de hortalizas y vegetales con propiedades únicas como el tomate Cherry y por reutilizar el 90 % de las aguas residuales en la agricultura; y no conformes con esto, continúa avanzando con la desalinización del agua de mar y el uso de agua salina en la agricultura, lo que permite el aumento de los cultivos agrícolas.
El embajador Dagan destacó que la alianza estratégica entre el agro colombiano e israelí tiene un potencial enorme. “La combinación de la ubicación estratégica de Colombia, con la salida y acceso a los mercados más grande del mundo en el Atlántico y el Pacífico; el tamaño y los recursos naturales de los que goza Colombia, combinado con la tecnología israelí y el TLC que tenemos pueden traer un gran beneficio y prosperidad a nuestro países y pueblos hermanos”, agregó.
Así mismo, Israel es un país con larga experiencia en trabajo colectivo y cooperativo. La característica más conocida del modelo agrícola cooperativo israelí son los Kibutz y los Moshav, que inspiran a los productores agrícolas de todo el mundo sobre cómo trabajar juntos para ganar competitividad, utilizar los beneficios de la economía de escala, producir de manera colaborativa, tener capacitación y aumentar las ganancias.
“Israel está abierto a colaborar con Colombia en este tema, por la vía de nuestro programa de cooperación internacional con el desarrollo de capacidades organizacionales, como en el lado comercial con empresas israelíes que forman proyectos agrícolas en todo el mundo (y también localmente en Colombia) utilizando el conocimiento del trabajo cooperativo y compartiendo el éxito con comunidades campesinas formadas por pequeños y medianos productores”, concluyó en su intervención el embajador Gali Dagan.
Por lo anterior, los productores de frutas colombianos tienen una gran oportunidad para adoptar modelos exitosos agrícolas israelíes y aprovechar del TLC para exportar sus productos a medio oriente, el cual se ha convertido en un último año en el gran destino para el subsector.
Fuente: Portal Fruticola