BUENOS AIRES - Con sede en Egipto, la COP27 es el marco ideal para plantear la potencialidad de los mercados de carbono, y analizar cuál es la situación de Argentina y por qué tiene una posición estratégica en el mundo y a futuro.
La visión y propuesta desde la Mesa de Carbono Forestal Nacional (MCFN), con foco especial en el Artículo 6 del Acuerdo de París, es un punto clave para desarrollar y expandir estos mercados en el país.
Los mercados de carbono surgen en el mundo como una vía complementaria, alternativa y económicamente viable al compromiso asumido por muchos países, empresas e individuos para disminuir las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero, una de las principales causas del cambio climático que está sufriendo el planeta y con los consecuentes impactos negativos sobre la salud de los seres humanos, su seguridad alimentaria, la actividad económica, el agua y otros recursos naturales.
El mecanismo de bonos de carbono busca, mediante mecanismos de mercado, generar incentivos para la captación o disminución de emisiones, volviéndolo viable económicamente. Los mercados de carbono son sistemas en donde gobiernos, empresas e individuos pueden comprar y vender unidades (créditos), ya sea para respaldar las emisiones de GEI o bien para compensarlas.
Es así como hoy, en todo el mundo, los esquemas de compensación de carbono buscan un mayor impulso en la COP27. En este contexto mundial, Argentina tiene hoy una oportunidad única para posicionarse como uno de los mercados de carbono a nivel regional y global con mayor perspectiva de rápido crecimiento internacional..
Pero para que ello ocurra, “es imperativo acordar las reglas para los mercados de carbono en Argentina, ya que aún hay muchas incertidumbres para que se desarrolle un mercado que sea atractivo y confiable para el desarrollo de este tipo de proyectos. Es necesario contar con marcos normativos y políticas públicas que establezcan con claridad cuestiones básicas como las alternativas de comercialización a mercados regulados y voluntarios y la titularidad de los créditos de carbono generados, como así también los beneficios o requerimientos impositivos de potencial aplicación” opina Juan Pedro Cano, coordinador de la Mesa y profesional de gran trayectoria en gestión ambiental.
“Ante las propuestas o la falta de iniciativas por parte de gobiernos de nivel nacional y provincial, es que las empresas y personas que hoy integran la MCFN se han unido para llevar en conjunto propuestas e ideas a los poderes legislativos y ejecutivos nacionales y provinciales para la elaboración de un marco normativo y de instrumentos de política pública para la regulación y promoción de los mercados de carbono en Argentina” agregó el especialista.
Los bosques y las plantaciones, protagonistas del cambio
Los bosques brindan importantes funciones de la naturaleza para la sociedad. Contribuyen a la seguridad hídrica mediante la regulación del ciclo del agua, mitigan fenómenos extremos de inundaciones y sequías, preservan los suelos contra la erosión y purifican el aire, y son centrales para la biodiversidad y la preservación de flora y fauna.
En relación al cambio climático cumplen un destacado rol en la regulación de temperatura y en el almacenamiento de carbono. Es por ello que, los proyectos de captura o reducción de emisiones de carbono son una oportunidad para generar ingresos económicos a quien, por ejemplo, conserve, haga un uso mejorado o restaure o reforeste bosques.
“Ante la necesidad de conservar, recuperar nuestros bosques y ecosistemas, este mecanismo se presenta como un a alternativa o complemento económico para el sector agroforestal, y de esta manera, una vía para aportar al logro de los compromisos de reducción de emisiones por parte de Argentina” comenta Cano.
“Hoy hay una gran demanda de proyectos de captura y reducción de emisiones por parte de empresas que quieren equilibrar su huella de carbono. La oferta de proyectos está muy por debajo de la demanda internacional, lo cual se presenta como una oportunidad para atraer inversión en este sector. Esta inversión implica no sólo réditos económicos para los propietarios o poseedores de las tierras sino para los trabajadores necesarios para el desarrollo y el mantenimiento de estos proyectos, además de los beneficios ambientales locales y globales ya mencionados” continúa el coordinador.
Cano se ha desempeñado como Director Nacional de Bosques, Ordenamiento Territorial y Suelos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, donde, entre otros, coordinó el dise&ntil de;o e implementación del Plan Nacional de Restauración de Bosques Nativos de Argentina con más de 35.000 hectáreas de bosques bajo restauración y 4 millones de árboles plantados.
La importancia del Artículo 6 del Acuerdo de París
El artículo 6 del Acuerdo de París sobre Cambio Climático establece a los mercados de carbono como un mecanismo para contribuir a la mitigación del cambio climático y apoyar el desarrollo sostenible.
Con el artículo 6, los países pueden aumentar su ambición en la lucha contra el cambio climático, lo cual es crucial para alcanzar el objetivo central del Acuerdo de París de mantener el aumento medio mundial lo más cerca posible de 1,5 grados C, y aplicar sus planes nacionales de acción climática de forma mucho más barata. De hecho, según la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones, el artículo 6 tiene el potencial de reducir a la mitad el coste de la aplicación de los planes nacionales de acción climática (las contribu ciones determinadas a nivel nacional, o NDC por sus siglas en inglés). Esto podría ahorrar unos 250 000 millones de dólares anuales sólo para 2030.
De manera muy significativa, el artículo 6 puede ser una fuente de financiación climática para los países en desarrollo, ya que una parte de los ingresos se destina a los esfuerzos por pasar al verde las economías de rápido crecimiento, y a aumentar así la resiliencia ante los impactos inevitables del cambio climático.
Al respecto, la MCFN considera que es necesario se siga avanzando a nivel internacional en acuerdos que posibiliten el financiamiento climático hacia los países en desarrollo, especialmente a través de los mercados regulados y voluntarios de carbono. Sin perjuicio de ello, hoy Argentina cuenta con la oportunidad de establecer normativas y políticas que permitan la implementación del artículo 6 del Acuerdo de París en el país como una manera de generar incentivos económicos a la conservación, manejo mejorado y restauración de bosques nativos y la producción forestal. Ello no sólo respecto de mercados voluntarios de carbono sino también en mercados regulados, dado que es allí donde pueden generarse proyectos de captura y reducción de emisiones que no serán viables solamente a través de los mercados voluntarios.
Fuente: AFoA