No podemos comenzar sin saltar de alegría, luego de las lluvias recientes que, aunque no fueron abundantes, lograron cambiar las expectativas para la siembra del maíz y para preparar la cama de siembra de la soja.
Principales beneficiados fueron gran parte de la zona núcleo, donde la sequía se ha encabritado, y el oeste de la provincia de Buenos Aires,
Con suaves altibajos operó la rueda de Chicago este miércoles, d
También ha habido lluvias en el Medio Oeste de EE.UU.
Ellos impactan en el avance de la cosecha. Las máquinas debieron detenerse por el agua.
Lamentablemente, la fuerza hacia la baja de valores provino de la nueva devaluación del real brasileño frente al dólar.
Cuando el real se deprecia, mejoran las posibilidades de exportación del país vecino y ello tiende a achatar los precios en dólares de la soja, el gran producto de exportación brasileño.
En definitiva, Brasil es el que juega en primera.
Abajo, se puede observar cómo el real ha ido perdiendo fortaleza frente al dólar, a lo largo de octubre. Este depreciación de la moneda brasileña juega en contra del precio de los granos y, obviamente, de la soja.
Evolución del real respecto al dólar
Contrariamente a lo que pasa en nuestro país, la situación inflacionaria en Brasil es extremadamente favorable para el poder adquisitivo de la gente.
Este año tuvo tres meses de deflación.
En julio la reducción de los precios fue del 0,6%, en agosto del 0,3% y en septiembre del 0,29%.
¡Qué envidia!
Por ello, el mercado continúa bajando la estimación de la suba de precios anual.
El FMI, por ejemplo, informó recientemente que las perspectivas hablan de una inflación para Brasil del 6,7% anual. Increíble… ¿no?
Así el cuadro, cualquier depreciación de la moneda es extraordinariamente efectiva. Porque no es neutralizada por la inflación.