"Los productores estamos preocupados por la sequía y vemos como se pierden rendimientos de los cultivos ya implantados, se atrasan las fechas de siembra de la campaña gruesa, se rediseñan las estrategias ganaderas tanto para carne como para leche y el panorama de las producciones regionales no es nada alentador" indicó Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina.
En tanto, no se ve que los gobiernos, tanto nacional como provinciales, estén ocupándose del tema con la importancia que merece esta crítica situación. No alcanza con una Ley de Emergencia, se necesitan herramientas modernas para combatir estos flagelos que nos permitan, a quienes debemos invertir, palear estos contratiempos.
"En lo urgente le solicitamos al gobierno nacional que, por lo menos, arbitre los medios necesarios para no estar pagando hoy anticipos de impuesto a las ganancias sin tener certeza de que vayamos a tenerla", resaltó Pino. Este tipo de tributos, sumado a otros que son estructurales como las retenciones, ponen a una gran parte de los productores en situación de quebranto si la tendencia no se revierte.
Las consecuencias de esta sequía nos preocupan, pero no sólo para el campo sino también para la economía del país, porque se frena la generación de riqueza y de divisas genuinas necesarias para la macroeconomía.
El campo preocupado necesita que alguien se ocupe de este difícil momento que nos toca atravesar.