El 29 de septiembre se celebró por tercera vez el “Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos” (PDA), donde se propuso visibilizar las pérdidas y desperdicio de los alimentos frescos, muy especialmente las frutas y hortalizas, una de las categorías que más desperdicio presenta, y focalizar en las soluciones para atenuar el impacto social, ambiental y económico de esta problemática.
El encuentro fue organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (SAGyP) y la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires (CMCBA). Bajo el lema #MercadosSinDesperdicio: buenas prácticas para recuperar #AlimentosFrescos, fue transmitido a través del canal de YouTube de Alimentos Argentinos.
“La FAO apoya con su conocimiento técnico en el trabajo articulado con el estado nacional en la reducción de las PDA. Se han generado documentos como: Guía para PyMES agroalimentarias sostenibles, la primera edición de las estrategias de Municipios sin desperdicio y el Tablero Operativo de Mermas y Sostenibilidad de Alimentos y Bebidas”, dijo María Laura Escuder, oficial de Programas de la FAO en Argentina.
Escuder agregó que para lo que queda del año, esperan desarrollar un protocolo de prevención y reducción de las PDA para los actores del comercio mayorista de alimentos, con foco en mercados y centrales de abasto del país, que orienten con lineamientos claros y recomendaciones técnicas. “Reducir los volúmenes de pérdida y desperdicio nos beneficiará social, económica y ambientalmente, generando un círculo virtuoso tendiente a la circularidad”, puntualizó.
La responsable del área de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles (SAS) en FAO Argentina, Elizabeth Kleiman, expresó: “Hoy tuvimos una celebración de un día, pero poniendo en valor un gran trabajo hacia atrás en este tema. Todos los panelistas coincidieron en que esto no se revuelve de a uno, sino que requiere una visión sistémica con triple impacto positivo. Se está madurando una política pública en este marco”.
Del encuentro también participaron el subsecretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, Luis Contigiani, el director de Agregado de Valor y Gestión de Calidad de la SAGyP, Pablo Morón, el presidente de la CMCBA, Nahuel Levaggi y Roberta Sammartino, asesora de la Gerencia de Calidad y Transparencia de la CMCBA.
Mercados sin desperdicio: Acciones concretas para la reducción de las PDA
El encuentro giró en torno a dos conversatorios donde se abordó el trabajo en PDA en Mercados y Municipios y el sector privado.
Durante el primer conversatorio, moderado por la consultora en comunicación de la FAO Argentina, Lola López, se destacó el trabajo del Mercado Central de Buenos Aires, con su programa Reducción de Pérdidas y Desperdicios y Valorización de Residuos (PRP), del cual se relevó que en lo que va del 2022, el Mercado Central de Buenos Aires, recuperó más de 2 millones de raciones de frutas y verduras aptas para consumo humano y más de 1 millón de kilos de residuos orgánicos para la producción de compostaje.
“Cuando ingresamos a la gestión, vimos tremendas imágenes que nos hicieron reflexionar en forma inmediata sobre las pérdidas de alimentos en un mercado concentrador como el nuestro. Debemos garantizar el derecho humano a la alimentación. Lo que necesitamos ahora es la adecuación del marco regulatorio de la reducción de PDA”, explicó la gerenta de Control de Calidad y Transparencia de la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires (CMCBA), Marisol Troya.
Cristian Manuel, secretario general de la colectividad boliviana de Escobar, contó que junto a sus 1700 socios activos comenzaron con las pruebas piloto para hacer biodigestores que aprovechen los desechos de su mercado de abasto. “Tiene entre 30 mil a 50 mil litros y es una experiencia muy nueva. En estos momentos estamos con las pruebas de obtención de biol, un fertilizante líquido que obtenemos a partir del proceso, para ser aplicado primero en árboles frutales y luego en hortalizas, y por otro lado queremos generar electricidad para alimentar la playa de estacionamiento del mercado. Y la municipalidad que prestó asesoramiento operativo y administrativo. También estamos en contacto con el Mercado Central de Buenos Aires para conectar con agrupaciones y tratar de recircular mejor esas frutas y verduras de segunda y tercera calidad”, resaltó Manuel.
A su turno, Otto Wester, secretario de Planeamiento de la Municipalidad de Villa María, Córdoba, comentó que tienen un mercado que abastece a cerca de 350 mil consumidores, y del cual también participa el municipio (bajo figura de sociedad de economía mixta). “Concretamos un programa municipal de reducción de las PDA durante 2021, junto a los productores hortícolas y el sector gastronómico”. Y agregó: “Aprovechamos el excedente productivo que perdió valor comercial pero no nutricional, y le agregamos valor, deshidratando o dándole un proceso industrial que le permita seguir en el circuito alimentario; y aquel producto que no sea apto para consumo humano lo llevamos a compostaje o a alimentación animal. Pero necesitamos un marco normativo que nos precise y ordene”, concluyó.
Ricardo Daniel Miccino, director de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Municipio de Chascomús, se refirió al trabajo que están haciendo en reducción de PDA. “Empezamos junto al BID un estudio de regeneración ambiental de la Laguna de Chascomús. Luego nos inscribimos en la convocatoria de la SAGyP al Programa Federal de Fortalecimiento para la Reducción de PDA para Municipios. Trabajamos mucho en agroecología y en el desarrollo de mercados de cercanía, y viendo que gran cantidad de pérdidas se dan en términos de logística, trabajar en cercanía nos ayuda”.
“La idea es concretar un plan de trabajo de reducción de PDA en gastronómicos, casas de comida, concesiones municipales y servicios de catering, capacitando y actuando como nexo para generar lazos entre estos y los comedores comunitarios que precisan alimentos. También queremos recuperar los alimentos que no sean aptos para consumo humano, de modo tal de compostarlos”, resumió.
La reducción de las PDA en organizaciones de la sociedad civil y el sector privado
En el segundo conversatorio moderado por Juliana Cortez Danese, jefa de los Departamentos de Asuntos Institucionales y Política Ambiental de la COPAL, la referente del comedor popular “Nueva Unión”, Nidia Ruiz, explicó que reciben donaciones del área de Acción Comunitaria del Mercado Central de Buenos Aires, y resaltó que los productos recibidos son alimentos recuperados en excelentes condiciones.
“Nos llegó la colaboración del Mercado Central en darnos frutas y verduras recuperadas y empezamos a cocinar con esos alimentos. También recibimos capacitación del Mercado para poder elaborar mermeladas con frutas y verduras de estación, por ejemplo, mermelada de berenjenas o de tomates, y la repartimos en el comedor. Y el mismo sentido de aprovechamiento aplicamos con otros alimentos como la polenta que nos sobra, con la cual hacemos galletitas y así ofrecemos pepas de polenta con mermelada de tomate, y les aseguro que son riquísimas”, dijo Ruiz.
Diego Buranello, director de Asuntos Corporativos de Danone Argentina, declaró que “tenemos un rol moral en un mundo donde hay gente que no puede comer”. Desde 2008 Danone comenzó con un plan de rescate de alimentos en toda la cadena productiva, desde los productores hasta el retail, donde todos los productos que no se venden se devuelven a Danone. “En los últimos 15 años venimos donando a razón de un millón de kilos por año, trabajamos con 50 organizaciones sociales, organismos estatales y con el Banco de Alimentos”, especificó.
Buranello explicó que están tratando de replicar un modelo de Danone España, en donde se anunció un marco regulatorio que dispone el cambio de fecha de vencimiento por fecha estimada de consumo. “Para nosotros eso puede ser revolucionario, ya que muchas veces como consumidores elegimos productos con fecha más lejana de vencimiento o bien tiramos productos que están perfectos para consumo humano, tan solo porque la fecha de vencimiento lo indica”, resaltó.
Natascha Hinsch, gerente de Alianzas y Gestión de Recursos de la Red Argentina de Bancos de Alimentos, explicó que “estamos trabajando en reducción de PDA desde el 2001. Es parte del ADN de los bancos de alimentos rescatar alimentos para entregar a personas que sufren vulnerabilidad. Venimos fortaleciendo el trabajo con las empresas, y también generando conciencia a todo el sector, desde la industria, los distribuidores, el retail, el sector del agro y de la producción de frutas y verduras. Así generamos una agenda que hoy es completamente pública”.
Roxana Saravia, gerente de Innovación & Desarrollo de GS1 Argentina, manifestó que “adherimos a la Convocatoria de la SAGyP, a través del proyecto Valoremos los Alimentos, y de ahí entender cómo trabajar con nuestros socios-industrias, supermercados y productores primarios el valor de los alimentos. Hicimos estudios para ver cómo reducir las PDA buscando la eficiencia, y al mismo tiempo cómo valorar productos que salen de la venta aunque estén aptos para el consumo, ya sea porque están próximos a vencer, o porque no tienen atributos estéticos deseables”.