¡Gran sorpresa en los mercados globales! Se trata de la soja.
El USDA acaba de dar a conocer el nuevo informe mensual, con las proyecciones de oferta y demanda.
Este informe revela su estimación de producción de soja en EE.UU.
Y para sorpresa de muchos, habló de una baja. En el anterior la proyección era de 123,30 millones de toneladas. Ahora, pasó a 119,16 millones.
La caída sería la consecuencia de una reducción tanto del rinde promedio como de la superficie.
A resultas de ello, el stock final estimado quedó en tan solo 5,44 millones de toneladas.
En cuanto al mundo, el USDA estimó la producción de soja en 389,77 millones de toneladas.
Este número quedó claramente por debajo del de 392,79 millones del reporte de agosto.
Con relación al stock final a nivel global, apenas llegó a 98,92 millones de toneladas, frente al volumen proyectado en agosto de 101,41 millones.
Con estos números, obviamente, el mercado de Chicago respondió con incrementos de precios para la oleaginosa. ¿Se inicia una etapa de subas, al menos para esta semana?
En cuanto a la situación de nuestro país, el esquema de atracción de dólares de los tenedores de soja se parece a una devaluación transitoria próxima al 40%.
El objetivo inmediato se ha logrado. Se vendió una gran cantidad de soja, con la consecuente entrada de divisas.
Este lunes 12, el Banco Central compró USD 170 millones y acumula casi USD 1.200 millones en el mes. En tanto los diferentes tipos de dólar han reducido su valor.
En suma, revirtió la dinámica vendedora de agosto. El gobierno ha conseguido fortalecer las reservas y disminuir las expectativas devaluatorias.
A su vez, el lado fiscal ha quedado mejorado, pues ahora es mayor el monto por derechos de exportación. Y parte de estos fondos irían al financiamiento de un bono para sectores vulnerables y para las economías regionales.
Pero todo esto tiene un lado perverso.
Haber establecido un tipo de cambio de $200 es una forma de reconocimiento oficial sobre el retraso cambiario. Y ello genera expectativas devaluatorias para fin de año.
A su vez, la mayor cantidad de pesos, derivada de este esquema, deberá actuar como aliciente de la inflación.
Además, no todo es paz.
La reciente medida del Banco Central, disponiendo una tasa de financiamiento superior, para quienes retengan más del 5% de su producción, ha generado una suerte de cortocircuito, en la actividad agrícola. Y la gente ha quedado con los nervios de punta.
En cuanto a las variables financieras globales, el panorama no es muy alentador, pese a que en los últimos días el proceso de fortalecimiento del dólar se ha tomado un descanso.
El dólar Index, hace unos días, llegó a su nivel más alto en dos décadas. Y las tasas de los bonos del Tesoro a 10 años por encima del 3,2% son fruto de la decisión de la Reserva Federal.
Eso no es todo: se aguarda que, al terminar el año, la tasa llegue 3,75%. Y quizás algo más.
Índice Dólar en el último año
El fortalecimiento del dólar es un hecho que no cambiará. Tarde o temprano, debería impactar aún más.
Por el momento, el USDA trajo una fresca brisa.
Así están las cosas…