Ya posicionándonos en los primeros 10 días del mes la coyuntura del trigo está apretada desde varios frentes, tanto a nivel local como internacional, ya que en estas fechas hay varios fenómenos que se conjugan para presionar al cereal que ya se viene contrayendo en Argentina en lo que respecta a su nueva campaña en términos de producción y de consumo, pero con una situación de precios condicionada aún más por factores globales y referentes a productores importantes.
Las compras de trigo nuevo desaceleraron su crecimiento y se estancaron a mediados de julio
Considerando la contribución que hace el trigo argentino al abastecimiento mundial, es interesante analizar cuáles son las expectativas del mercado global en lo referido al comercio internacional de trigo en el nuevo ciclo que viene. Las compras de trigo 2022/23 se estancaron respecto a la campaña 21/22 y perdiendo ritmo: es decir, se desaceleraron como muestra el siguiente gráfico.
Al 31 de agosto, los datos arrojan un valor de compras internas y DJVE por 5,23 Mt, frente a las 6,03 Mt exhibidas en el ciclo anterior. Desde fines de agosto y principio de septiembre, se ingresó en la etapa crítica de la definición del rendimiento para los trigos sembrados de forma temprana, en mayo. En este sentido, la campaña fina viene con pronósticos desalentadores en torno a las precipitaciones y a la profundización de la tercera Niña que proyecta pocas lluvias hasta noviembre. Además, recientemente una desalentadora helada agravó la situación de los cultivos en la zona agrícola núcleo. Frente a este panorama se espera el resultado de hojas nuevas. No obstante, el problema es que el efecto de la helada fue en contraposición a lo ocurrido en la semana anterior, en donde hubo días de altas temperaturas que alcanzaron los 30 grados.
Con este panorama, observamos en el siguiente cuadro los principales indicadores más significativos de oferta y demanda que se estiman y proyectan para la actual campaña 2021/22 y para la que está próxima a venir. Se puede apreciar que la proyección del rinde en el ciclo 22/23 podría caer a los 31 qq/ha, junto con menores exportaciones y un stock final disminuido que totalizaría 1,6 Mt, por debajo de las 2,9 Mt del ciclo anterior.
Según Guía Estratégica para el Agro (GEA), esta semana hubo un quiebre en el trigo y cayó la condición del cereal en la región núcleo. Los especialistas indican que en los últimos días se nota un marcado aumento de los cuadros regulares y malos, subiendo estos un 15%. También, desaparecieron los que estaban en excelentes condiciones. Hoy el 10% esta malo, el 30% regular, el 35% bueno y el 25% muy bueno.
Se indica en el informe que esto se produce por altas temperaturas y una falta de agua que las recientes heladas complicaron aún más. El mejor efecto se lo lleva el departamento de El Trébol, donde el 50% de los cuadros están buenos y el otro 50% muy buenos, efecto de las buenas lluvias y manteniendo así el potencial de rinde. Pero esta no es la situación para el total de la región; respecto a la zona núcleo en general, la situación está atravesada por el 70% de los suelos bajo sequía y también temperaturas muy elevadas que alcanzaron hasta los 30°C de máxima y siguen acentuando la desecación de los suelos. En Córdoba son necesarios entre 120 y 140 mm y en el resto de la zona entre 100 y 120 mm.
Además, se prevén precipitaciones inferiores a las normales para el trimestre septiembre/ noviembre en el NEA, Santa Fe, centro y este de Córdoba y Santiago del Estero, Buenos Aires, La Pampa, Cuyo y Patagonia. El panorama se ve potenciado si se tienen en cuenta las temperaturas esperadas. En el caso de las temperaturas medias del trimestre se prevén en el rango superior a lo normales sobre la mayor parte del territorio.
Todo parecería indicar que la nueva cosecha será un cultivo con daño en su rendimiento, lo que hará que los precios reaccionen de manera alcista, y a esto se le suma la situación referente a la segunda fertilización del trigo. Este aspecto afecta directamente al cereal. En este escenario de sequía y costos altos, es probable que los productores disminuyan el uso de insumos, principalmente fertilizantes ya que estos además han encarecido su valor y presionan al alza los precios del grano.
Ahora bien, para el trigo el fertilizante es aún más importante ya que se utiliza por segunda vez en el proceso de refertilización que actualmente está severamente complicado por la escasez de agua, la cual es necesaria para que el desarrollo del trigo termine con una calidad de proteína superior.
Los precios podrían volver a la tendencia alcista de la mano de un contexto internacional agitado
Respecto al panorama global, también hubo varias noticias que llevaron al trigo a seguir bajo la lupa ya que se está evaluando la cosecha del hemisferio norte y el resultado de los principales productores y exportadores, sumado al difícil contexto ruso ucraniano que amenaza nuevamente con los stocks mundiales. En relación a esto, el presidente Vladimir Putin acusó este miércoles a las naciones europeas de actuar en contraposición al acuerdo firmado con la ONU y Turquía, en torno a los destinos a los que el grano ucraniano está efectivamente exportándose, y alegando que no se están enviando en grandes cantidad a los países más necesitados, por lo que esta noticia tensó los precios del trigo que se alzaron en los mercados como respuesta a una futura menor disponibilidad del cereal si se decide volver a interrumpir el suministro en el Mar Negro.
La contrapartida en la región viene de la mano de la Unión Europea; según los datos publicados por la Comisión Europea el martes las ventas externas de trigo blando de la campaña 2022/23 que comenzó en julio alcanzaron 6,21 Mt al 3 de septiembre, frente a los 6,02 Mt a mista fecha de la campaña 21/22. A su vez, el cierre de la cosecha en el hemisferio norte le quita presión al mercado internacional. Sin embargo, la mayor producción en Rusia, Estados Unidos y en Canadá añade fuerza bajista a las cotizaciones. Al pasar el pico de entrega de trigo por la cosecha del hemisferio norte, se observan otros factores alcistas, como la caída de 10 Mt del stock mundial y la reducción de la cosecha de Ucrania. Sin embargo, el escenario pesimista (pero aun así realista) pone de manifiesto una posible recesión de cara al 2023, por lo que los precios del cereal en el mercado internacional fueron más cautos y hasta mostraron pérdidas el jueves, finalizando la jornada en la plaza norteamericana con un futuro de trigo que totalizó US$ 297/t.
En tanto, en el plano interno y con la confirmación de la reducción de la cosecha de trigo nuevo por la sequía, los precios copiaron, en cierta medida, la evolución externa ya que en algún momento del mes anterior se pagaron US$350 por tonelada y el jueves 8 de septiembre las cotizaciones estuvieron en torno a los 275 dólares por tonelada en la plaza local.
Por Agustina Peña – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario