Ideal para aplicar productos de contacto, insecticidas y fungicidas, JIC está hecha de cerámica de alta resistencia, lo que le da durabilidad al componente. La boquilla está disponible en seis caudales, lo que atiende a diversos perfiles de clientes que necesitan usar diferentes tasas de aplicación. La forma de chorro abanico plano estándar de 110° y un ángulo de inclinación de 35° proporcionan una mayor deposición del producto sobre el objetivo, con un excelente rendimiento de cobertura.
"La protección de los cultivos y una fertilización adecuada son esenciales para garantizar la productividad y, por lo tanto, la pulverización se considera uno de los procesos más importantes de la agricultura. Y las boquillas a su vez tienen la función de proporcionar la correcta colocación del producto en el objetivo a través del flujo, del ángulo de proyección y del tamaño de las gota", comenta Daniel Petrelli, especialista en Tecnologías de Aplicación de Jacto.
Otro diferencial de las boquillas JIC es que se pueden utilizar con Tecnología PWM, que permite una pulverización aún más uniforme, manteniendo el tamaño de las gotas incluso con variación de la velocidad de la máquina. Integrada al sistema boquilla a boquilla, esta tecnología gestiona automáticamente la operación y se activa solo cuando es necesario, lo que mejora aún más el rendimiento de pulverización.