Para intercambiar experiencias sobre los desafíos que presenta el mundo digital, Syngenta organizó un nuevo taller en la modalidad de webinar del cual participaron Federico Miles, Gerente de Agricultura Digital de Syngenta y Federico Mayer Fundador de Club Agtech.
Según el mismo relata, la historia de Federico Mayer, asesor de gran experiencia con más de 10 años trabajando en una planta de acopio y otros 10 años un spin off de CREA, cambió el día que escuchó una disertación sobre cómo se transformaba una célula madre. “Ese día comprendí que el mundo está girando cada vez más rápido y tenemos que entender qué es lo que está pasando” A las pocas semanas me regalan el libro “Cambiar o morir de Noam Chomsky y Robert Pollin”, y fue ahí que organizamos un viaje a Silicon Valey donde descubrimos que el mundo ya había cambiado. Luego de esa experiencia comprendimos que el conocimiento está en cualquier lugar del mundo y eso implica que cualquier persona puede desafiar el statu quo mediante el cual se resuelven los negocios. Esto nos invitó a pensar que, si no nos damos cuenta que el mundo no es el que era, vamos a perder muchísimas oportunidades”.
El lenguaje digital ya se habla más que el inglés:
Para Federico Mayer digitalizar es traducir a un nuevo lenguaje. “¿Cuál es el lenguaje que más se habla en el mundo? Ya no es el inglés sino el lenguaje digital. Personas y máquinas usan el lenguaje digital hoy. Todo se puede digitalizar y esto genera cambios enormes en los negocios. La digitalización tiene diferentes fases, la primera es transformar el lenguaje y luego llega el momento en que la información se digitaliza, se desmaterializa y se democratiza. ¿Para qué queremos digitalizarnos? Va a depender de lo que uno quiere para uno mismo para los próximos años. Si queremos que nuestros procesos sean más eficientes, más baratos y confiables, la herramienta es la digitalización.
“Y la digitalización en el campo es clave para renovar el sistema de producción. Hoy los indicadores nos definen por qué lote arrancar, los datos nos ofrecen decisiones de pre-siembra, prescripciones de siembra, prescripciones de pulverización y hasta prescripciones de fertilizaciones. La eficiencia se gana midiendo y teniendo todos los parámetros bajo control. Un satélite puede tomar más de 10.000 píxel por metros cuadrados y con herramientas de medición puedo definir qué área del lote está más seca para empezar la trilla por esa zona y luego armar una logística. Esto optimiza recursos, decisiones agronómicas precisas que llegan a optimizar la cantidad de terápicos a usar. Los mapas y las imágenes permiten definir en qué lugar intervenir y esas instrucciones cargadas en la máquina y transmitidas al botalón pueden permitir aplicaciones selectivas que benefician al bolsillo, al medioambiente y a la producción de ese alimento” sostiene Mayer.
¿Cuánto influye la herramienta y cuanto las personas?
Según los especialistas es un error pensar que la herramienta va a cambiar todo porque quien va a accionar la herramienta es la persona. Quien entiende el problema es quien puede elegir la herramienta que mejor responda a los objetivos. Para eso es necesario trabajar con procesos, medir los procesos y ahí determinar qué herramienta sirve. La digitalización y plataformas como Cropwise Imagery pueden medir todo, encontrar todo, pero quien decide que medir y quien encuentra, es la persona.
“Cambiar la cabeza permite cambiar la visión y así mejorar los procesos desde evaluar qué lote sembrar primero, hasta preparar el lote para la cosecha, pasando por los procesos de compra de insumos y venta de granos. Además, los procesos digitales conectan a las personas y eso va a permitir intercambiar experiencias sobre decisiones agronómicas compartidas lo cual tiene un enorme valor agregado” afirma Mayer.
Agricultura planta por planta:
“Innovación hay por donde quieras, la innovación está en el aire. Herramientas como Cropwise Protector que permiten tomar datos, de procesamiento y de gestión de análisis son cada vez más necesarias para producir más y mejor” coinciden.
“La pulverización con drones hace tiempo no estaba del todo instalada pero hoy existen drones con la autonomía necesaria para aplicar en campos grandes. Existen máquinas autónomas, sensores instalados sobre la máquina y hoy se hace agricultura planta por planta, y no en invernáculo, sino en trigo o en maíz. La agricultura mecánica ya no tiene sentido. Un operador con una azada no es eficiente, estamos a un paso de ver drones con 20 robots con cámara artificial y con una pequeña herramienta que les permita eliminar cada una de las malezas existentes en el campo, eso es eficiencia y no estamos lejos” sostiene Mayer. “Hoy se puede contar pulgones por hoja desde un avión y con una máquina que contabiliza lo que permite realizar un monitoreo de mitad de temporada confiable y definir un monitoreo de plagas preciso para la preparación para aplicación de fungicidas, insecticidas y fertilizantes. Y todo por un costo ínfimo”, dispara.
Cómo arrancar el camino de la agricultura digital:
“¿Cómo aprende a caminar un niño? Probando, caminando, cayéndose y volviendo a caminar. De equivocarnos aprendemos y el primer paso es acercarse y preguntar, luego probar, aprender y enriquecerse en la vida profesional. Hay un primer paso que es darse cuenta de que el mundo cambia cada cinco años” afirma Mayer.
Para Federico Miles, Cropwise es un ejemplo de todo esto y le permite a Syngenta avanzar 100% alineados con los distribuidores quienes conocen a los productores. Esta herramienta de agricultura digital posibilita que la innovación llegue a las manos de la gente, buscando mejorar la agricultura. Hoy los distribuidores son quienes también deben incorporar Agricultura Digital para mejorar el negocio y las decisiones agronómicas” comenta.
“Hay que animarse y encontrar nuevos caminos. A innovar se aprende innovando” culminan.