De acuerdo a los datos informados por SENASA a través de la emisión de DTEs, en julio se registró un traslado de 1,133 millones de animales con destino a faena, prácticamente sin cambios respecto de lo trasladado durante junio, pero 4% más que lo registrado en igual mes, un año atrás.
Si bien este es un dato preliminar que deberá luego ser confirmado por el RUCA (Registro Único de la Cadena Agroalimentaria), se encuentra en línea con una tendencia que se viene marcando en los últimos meses.
En efecto, según datos del RUCA, la cantidad de animales faenados durante el primer semestre del año fue de 6,478 millones, un 2% más que en igual período de 2021. Si bien la base de comparación podría resultar cuestionable debido a las disrupciones comerciales registradas el año pasado a raíz de las restricciones impuestas a la exportación, lo cierto es que el volumen de hacienda que este año está llegando a faena resulta equiparable a la faena de los años 2018 y 2019, las segundas más altas luego de la gran liquidación de los ciclos 2009/10.
Contrariamente a lo visto el año pasado, estos números dan cuenta de un mercado bien abastecido, sin faltantes de hacienda, pero donde la demanda impone las diferencias.
En el caso del consumo, aun con una faena de animales livianos -novillitos y vaquillonas- ligeramente inferior a la del año pasado, la demanda no está logrando acompañar la suba de valores. Durante la primera semana de agosto los precios pagados en el Mercado Agroganadero marcan topes corrientes de $340 el kilo vivo, 8% por debajo de los valores nominales pagados tres meses atrás ($370) mientras que, medido en pesos constantes, la caída se amplía a más de 20 puntos porcentuales.
Sucede que con tasas de inflación por arriba de los 5 o 6 puntos mensuales como la de Julio del 2022 que alcanzó un registro de 7,4% mensual, la suba de precios que registran los mostradores queda totalmente absorbida por los eslabones intermedios sin llegar a impactar en la hacienda en pie.
Distinto es lo que se viene observando en vacas, donde la oferta estacionalmente comienza a escasear en meses en los que los compradores de este tipo de hacienda -China- imponen un mayor ritmo.
Si bien en los últimos meses el mercado chino ha estado ajustando a la baja los valores de compra y esto llegó a trasladarse a los valores de la hacienda, lo cierto es que el mercado local ha comenzado a afirmarse más rápidamente, anticipando lo que espera podría suceder con la demanda en los próximos meses. Lo sucedido en los últimos años muestra que, a medida que nos acercamos a las festividades del Año Nuevo Lunar, China comienza a acelerar su programa de compras obligando a la industria a anticiparse, maximizando el ritmo de procesamiento.
Durante esta última semana, la vaca en el MAG marcó pisos para la conserva de $200 y máximos corrientes de $260 para la vaca gorda. Esto supone una recuperación en términos nominales de entre un 30% y un 50% desde los pisos marcados a mediados de junio. En tanto que, en términos reales, el actual nivel de precios se ubicaría unos 20 puntos porcentuales por sobre los valores registrados a inicios de agosto del año pasado.
En adelante, el comportamiento de las principales variables favorecía un escenario de mayor firmeza de los valores en este tipo de hacienda, dado por una cuestión estacional opuesta entre oferta y demanda.
Sin embargo, el desarrollo de las lluvias en las próximas semanas será crucial para la confirmación de este patrón de oferta, en función de la mayor o menor capacidad de retención que ofrezcan los campos, previo a la llegada de la primavera.
Fuente: ROSGAN