En el primer día de congreso en su 30° edición Un Congreso a Suelo Abierto, el panel formado por Lucas Andreoni (Asesor), Gustavo Marino (TNC) y Leonardo Galetto (CONICE-UNC), nos acerca resultados sobre el relevamiento de la biodiversidad en el paisaje de los agroecosistemas para analizar el impacto del servicio ecosistémico de polinización sobre la producción de algunos cultivos extensivos.
Los Paisajes Bioalimentarios Regenerativos es un concepto acuñado por el equipo de The Nature Conservancy (TNC) que estudia desde hace más de 2 años la región del Gran Chaco para definir áreas prioritarias de acción y trabajar en aspectos claves como el agua, el carbón y la biodiversidad.
“Globalmente la forma en la que producimos alimentos es la mayor amenaza a la naturaleza y a largo plazo compromete la salud de nuestros campos y pesquerías”, destaca Gustavo Marino de TNC, la organización dedicada a la conservación y cuya estrategia en la provisión de alimentos y agua está vinculada con la protección de ambientes y trabaja activamente en la mitigación del cambio climático.
Desde el 2000 Argentina ha perdido 9,3 Mhas de bosque debido a la expansión agrícola y sólo tiene un 3% de cobertura de áreas protegidas. Es aquí donde la funcionalidad del paisaje del Chaco adquiere gran valor. El Chaco posee una biodiversidad única, es una llanura que ocupa más de 4 veces del área de la provincia de Santa Fe, es el 2do bosque más grande de Sudamérica luego del Amazonas, está compuestos por pastizales y humedales, 1 de cada 5 argentinos habita el chaco argentino y afortunadamente aún viven unas 449 comunidades originarias. No solo se encarga de producir 1/5 de los granos argentinos sino que ha expandido la producción de carnes un 50% en 15 años. Produce unas 2800 ton exportables de miel gracias a los 2000 apicultores que trabajan y también se produce madera, tanino y carbón. Es una enorme cadena que vincula lo productivo, social, económico y cultural.
Uno de los principales proyectos que lleva a delante TNC sobre el Chaco es la conservación del agua dulce a través de la Geodatabase, una herramienta que permite la construcción de datos según la condición ecológica de las unidades de análisis y evaluar las amenazas para la priorización de acciones especiales. “Ya se identificaron 5 sectores con las mayores restricciones de acceso al agua y al carbón (…) No estamos trabajando solos, la región es muy rica no sólo por su biodiversidad ecológica sino por la cantidad de personas vinculadas, ONG´s nacionales e internacionales y Gubernamentales también que trabajan activamente investigando la región”, cierra Gustavo y anuncia la búsqueda de productores que quieran enrolarse para trabajar durante 5 años en forma experimental creando campos demostrativos.
En este contexto, Leonardo Galetto (CONICET-UNC) incorpora el concepto de Paisajes Multifuncionales en los que trabaja, definiéndolos en tres niveles: escala espacial (áreas urbanas, periurbanas y agrícolas), diversidad de coberturas (agrícolas, naturales o nativas) y dinámica temporal (cambio estacional de los cultivos). Una vez identificado el espacio se puede definir el servicio necesario para protegerlo. “Hablamos de servicios ecosistémicos a los beneficios directos e indirectos que brindan estos ecosistemas biodiversos para el bienestar humano”, y los clasifica en tres categorías: de provisión (diversidad de cultivos y eficiencia de recursos), de regulación (biodiversidad, ciclado de nutrientes y regulación de erosión), o culturales (educación, recreación).
Se obtuvieron resultados concretos de servicios de polinización en ensayos sobre soja, girasol y zapallito. En soja, un cultivo poco dependiente de polinizadores, las plantas aisladas midieron bajo peso total de semillas versus las expuestas a polinizadores; prueba de su impacto en la producción. Y en periurbanos como el zapallito que es totalmente dependiente de polinizadores porque tiene flores masculinas y femeninas, también hay una relación directa con el paisaje: a mayor heterogeneidad hay más presencia de abejas y más producción de zapallitos.
Las recomendaciones finales para trabajar en los campos es:
1-manejar o aumentar los refugios de biodiversidad en los lotes puede aumentar la producción al hacer más heterogéneo el paisaje.
2-realizar un manejo sostenible (rotaciones, diversidad de coberturas)
3-incrementar corredores biológicos con prácticas muy simples como dejar vegetación natural en bordes de caminos y alambrados
4-realizar aplicaciones de agro-químicos en ultimas horas de la tarde o de noche, menor impacto sobre la diversidad de polinizadores
5-conceptualizar la biodiversidad como un insumo agrícola como lo hacemos con los fertilizantes.
“No podemos ir contra las leyes naturales que regulan los sistemas complejos, repensar las prácticas sobre cómo habitamos ya que la producción tiene que ir de la mano de la conservación, y ser inteligentes para hacer sostenibles los sistemas agrarios porque impactan sobre la producción mundial que queremos que sea cada vez mejor, más rentable y más grande para alimentar al mundo”.
La experiencia de Lucas Andreoni (asesor) arroja resultados prometedores. “Hace unos años que empezamos a inventar cosas a las que llamamos corredores biológicos: cómo generarlos, cómo mantenerlos, creábamos hoteles de insectos que no eran más que un sensor ambiental para ver si estábamos mejorando nuestros sistemas”. Y basados en 3 pilares comenzaron a investigar: tecnología, alteración del paisaje e impacto humano.
Menciona su proyecto AGRO DESIGN con el que diseñan paisajes productivos y logran identificar ambientes para darle su cuidado necesario. Una vez logrado el equilibrio se le empieza a dar estabilidad en el tiempo al sistema. “Iniciamos con la situación base del campo y con datos: mapas de suelo, mapas de rendimiento, altimetrías, imágenes satelitales; luego le dimos análisis y validez a través de interrelaciones de datos, para finalmente tener el diagnóstico de los servicios a usar. El último paso y más importante es generar la propuesta y ajustar con el tiempo.
“Hay mucho para trabajar, para aprender y mejorar para lograr ventajas competitivas (…) el objetivo que tenemos es generar paisajes productivos poniendo en valor los servicios ecosistémicos y lograr sistemas más sustentables y productivos, para ser más rentables”.