Desde que comenzara la invasión rusa de Ucrania en febrero han llegado al puerto rumano de Constanza, en el mar Negro, más de 1,065 millones de toneladas de cereal ucraniano, según datos facilitados a Efe por la Administración del puerto.
De esa cantidad, 710.000 toneladas han sido ya embarcadas hacia su destino final. El resto ha sido depositado en los silos del puerto a la espera de ser embarcado para su transporte a otros países.
Esos volúmenes de grano han incrementado el tránsito en Constanza un 9 % respecto al año pasado, pero lo absorbido por el puerto rumano supone apenas el 5 % de las más de 20 millones de toneladas que Ucrania tiene almacenadas en sus silos a la espera de poder exportarlas.
MALAS CONEXIONES
El principal obstáculo para exportar a través de Constanza, situada a menos de 500 kilómetros por carretera del puerto ucraniano de Odesa, es el transporte por tierra hasta el puerto, explica a Efe Viorel Panait, director del operador privado de cereales Comvex.
Desde que comenzó la guerra, en las fronteras de Rumanía, Moldavia y Ucrania se han formado largas colas de trenes y camiones cargados de grano.
El tren es mucho más eficiente que el camión, pero la diferencia del ancho de vía que utilizan Rumanía y Ucrania, y la precariedad de las conexiones, han minado el potencial de esta forma de transporte.
"Los intercambios comerciales con Ucrania no han sido significativos hasta ahora, lo que ha llevado a la degradación de las rutas existentes", explica a Efe Panait.
"Las reparaciones no se pueden hacer en un día", agrega el director del mayor operador de cereales del puerto de Constanza.
Parte de las vías de tren que llevan a este puerto estaban abandonadas y bloqueadas por centenares de vagones inservibles. El Gobierno rumano ha comenzado a repararlas y su reapertura en las próximas semanas aumentará la capacidad de recepción del puerto.
Además, el Gobierno rumano ha reconstruido, con el ancho de vía que utilizan las antiguas repúblicas soviéticas, 4 kilómetros de la ruta que, a través de Moldavia, conecta Ucrania con el puerto rumano de Galati, en el río Danubio.
El nuevo tramo ya está operativo y permite transportar cereal ucraniano directamente a ese puerto del Danubio, cuya navegabilidad se está viendo afectada por el bajo nivel del agua provocado por la sequía que azota buena parte de Europa este verano.
NUEVAS OPCIONES DE CARGA
Las barcazas -que se cargan en la orilla ucraniana del Danubio y llevan el grano hasta Constanza- son otra modalidad eficaz de transporte.
Comvex ha invertido 4 millones de euros en la construcción de un nuevo sistema para depositar en los silos del puerto el grano que traen las barcazas.
"De un máximo de descarga diario de 14.000 toneladas al día pasamos a las 28.000 toneladas", explica el director de la empresa.
En la misma línea, la empresa TTS ha puesto en marcha un sistema para cargar el grano directamente en los barcos sin necesidad de que pase por los silos del puerto, lo que permite liberar espacio y aliviar las aglomeraciones de barcos, camiones y trenes.
"LA CLAVE ES LA VELOCIDAD"
Para Panait, que aboga por agilizar los procesos de cargas, descargas, transporte y control en aduanas, "la clave es la velocidad".
"Si los camiones y las barcazas esperan, el tiempo que se pierde es también una pérdida en cantidad anual exportada", explica.
Pese a que hay margen de mejora, Panait subraya que "ningún puerto de Europa está preparado para recibir las cantidades adicionales que vienen de Ucrania", y recuerda que la presión sobre Constanza crecerá en las próximas semanas.
Ucrania ha empezado a recolectar una nueva cosecha que podría alcanzar las 60 millones de toneladas y redoblará la necesidad de recurrir a otros puertos para las exportaciones.
Además, Constanza empieza a recibir también la cosecha de este verano de Rumanía, Hungría y Serbia.
Mientras, Ucrania negocia con Rusia, bajo los auspicios de Turquía y la ONU, la posible apertura de corredores marítimos que permita, tras la retirada de las minas colocadas en el mar Negro, la exportación desde sus puertos las reservas de grano vitales para la economía ucraniana y la seguridad alimentaria mundial.
Además, la expulsión de las fuerzas ocupantes rusas de la Isla de las Serpientes del mar Negro ha permitido a Ucrania abrir a los cargueros el canal de Bystre, en el Delta del Danubio, lo que se espera habilite una nueva vía de exportación y reduzca el embotellamiento en el canal rumano de Sulina.
Fuente: EFE