La Asociación Internacional de Alimentos y Agronegocios (IFAMA, por sus siglas en inglés) convocó a la presentación de casos para su exposición en la 32° Conferencia Mundial 2022, que se celebró en Costa Rica, que sirvan para el aprendizaje en la resolución de problemas y la transferencia de conocimientos al sector del sistema agroalimentario.
Investigadores de la Universidad Austral de la Argentina tomaron conocimiento de la organización y las acciones realizadas por Sociedad Rural de Rafaela (SRR), y por el grupo de productores periurbanos de la ciudad organizados como “Productores Unidos de Rafaela” (PUR) para la defensa de la producción.
En el desarrollo y exposición de este trabajo participaron especialistas del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, la investigadora Carolina Beltramino y los profesores Marcelo Paladino y Bernardo Piazzardi. El trabajo fue presentado a la convocatoria internacional de IFAMA (Asociación Internacional de Alimentos y Agronegocios).
El resumen de las acciones realizadas fue expuesto como caso: “El cambio de regulación de fitosanitarios en Rafaela: Urban-Rural Clash”, y éste seleccionado por la Universidad Austral como “Caso Modelo para la resolución de problemas y para la transferencia de conocimientos en la Maestría de Agronegocios de la Universidad”. La Sociedad Rural Argentina se interesó para la presentación de este tema en forma conjunta con la Universidad Austral, el día 28 de julio de 9 a 10:30 hs. en el marco de la Exposición Rural de Palermo, y dio por título a la misma: “Modelo de agronegocios y exposición de casos significativos de empresas y desarrollo del sector”.
“Productores Unidos de Rafaela” se constituye como un grupo de 26 productores periurbanos que se organizaron, movilizados por la necesidad de defenderse ante un proyecto de ordenanza de aplicación de fitosanitarios que no prosperó, y que hubiera afectado la producción en más de 8.000 hectáreas del periurbano de Rafaela: 4000 has de exclusión y 4000 has como zona de amortiguamiento.
De acuerdo al trabajo, este grupo está integrado fundamentalmente por los productores que tienen sus establecimientos en las áreas más lindantes con el ejido urbano. Se trata de minifundistas, que en su mayoría tienen entre 80 y 150 hectáreas, y que comparten problemáticas que no han encontrado solución desde el sistema institucional local (inseguridad, contaminación, restricciones a la producción, acusaciones y desinformación).
El caso de estudio describe que “el potencial impacto de la ordenanza propuesta, llevó a los productores periurbanos a participar activamente en varias acciones.” Y destaca que “a partir de la consolidación de Productores Unidos, el grupo cobró entidad propia y continuó impulsando, acompañando y reforzando acciones de instituciones representativas en la defensa de los problemas comunes. Asimismo, las acciones que se llevaron a cabo tuvieron como objetivo la puesta en valor de la actividad de los productores periurbanos, como motor productivo de la región.”
La investigación se nutre de información técnica precisa y recorre todo un proceso de gestión del conocimiento sobre la realidad del “Caso Rafaela”, como algunos ya dan en llamar, resaltando que “ante la agresión y la falta de veracidad de la información difundida, se generó en primera instancia un plan desde la Sociedad Rural de Rafaela: responder informando a través de la ciencia y la tecnología, y a través del diálogo con los sectores políticos, locales y provinciales. Inicialmente, las acciones de los productores periurbanos consistieron en reforzar y complementar las acciones de SRR: con técnicos que colaboran asesorando al grupo para el diseño e implementación de la estrategia, y con actividades de difusión.”
En la medida que Productores Unidos se fue consolidando, orientó su plan de acción en actividades que permitieran la puesta en valor del desarrollo productivo en el periurbano, a través de la comunicación a la población urbana, mediante la presencia de los productores en los medios locales, regionales y nacionales. Al respecto el trabajo precisa que “Las acciones de comunicación que impulsó el grupo, permitieron acercar información a los referentes políticos, a los productores y a la sociedad en general, pero también poner en agenda temas referidos al sector que no estaban siendo considerados, o bien que estaban incorrectamente informados.”
La aprobación de la nueva ordenanza considera la protección del medio ambiente y la salud como aspectos fundamentales, sin desconocer la importancia de la seguridad alimentaria y la provisión de alimentos en cantidad y calidad para una población mundial en constante crecimiento. “Para lograr esto, fue clave que el grupo de productores pudiera organizarse tras un mismo objetivo, trabajando de manera conjunta y asociada en acciones de comunicación, y en la vinculación con instituciones como la Sociedad Rural de Rafaela, y con especialistas del sector de ciencia y tecnología, que permitieron lograr mayor legitimidad frente a la complejidad del contexto” concluye el “teaching case” que proyecta a la ciudad, sus fuerzas vivas, productores y comunidad en general como gestores de un diálogo abierto al conocimiento y la concreción de una propuesta de aplicabilidad cierta, siendo al mismo tiempo referencia en el campo académico con su proyección como caso de estudio internacional.
Fuente: Diario la Opinion