Hoy 2 de julio conmemoramos el día internacional de las cooperativas, esa bondadosa herramienta de la economía solidaria que, ante tanta mezquindad e individualismo, está emergiendo como una alternativa para salir adelante. En la vida uno solo no puede hacer nada, mientras que asociándose puede alcanzar éxitos. Más allá de cualquier lema creemos necesario predicar los valores cooperativos que reivindican un modelo integrador y evidencian por qué cooperativizarse es una alternativa que genera trabajo y comunidad.
Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, se refirió al respecto: “Cooperativismo es pluralidad. El cooperativismo, en términos metodológicos, es una perfecta síntesis entre iniciativa privada y solidaridad. En este sistema asociativo confluyen dos aspectos esenciales; la premisa de que en la vida uno solo no puede hacer nada, mientras que asociándose puede alcanzar éxitos”.
Asimismo, Elbio Laucirica, Vicepresidente de Coninagro destacó que el asociativismo se ha convertido en un “reservorio de principios y valores que nos permite superar problemas que en conjunto, muchas veces tenemos en el sector”.
“No le tengamos miedo a lo que es una empresa. Hay tres tipos de empresa; privada, pública y la empresa social, que son las cooperativas, en la que sus propios socios son quienes las gestionan y son responsables de llevar adelante su proceso”, agregó Laucirica, de la cooperativa ganadera y agrícola de Rauch.
Es importante acentuar el papel comunitario que cumplen cientos de cooperativas en diversos rincones del país. Son pequeñas y medianas entidades que actúan también como barrera de contención social resguardando a productores, comerciantes, pymes, minipymes que tienen como función esencial producir, dar trabajo, dar un servicio, y ofrecer productos a menor costo para la sociedad.
En tanto, se sumó la voz de una productora correntina al asegurar: “Somos auténticos protagonistas de la reconstrucción, portadores de valores y principios que llevados a la
práctica nos permiten dejar huellas y contribuir para mejorar nuestra realidad con toda certeza”, destacó María Belén Rader de la Federación de Cooperativas (FEDECOOP) de Corrientes.
Lo saben muy bien los productores de esa provincia, luego de un año muy complejo, donde
tuvieron que atravesar sequías e incendios que azotaron a todo el territorio provincial desde los últimos meses de 2021 y hasta el primer trimestre del 2022. La productora litoraleña destacó que “el cooperativismo en tiempos de crisis, en contextos desfavorables nos ha demostrado una capacidad de resiliencia inigualable”.
En otro orden, Camila Hutak productora algodonera de la cooperativa Pampa del Indio en Chaco, coincidió con la mirada de la productora correntina al afirmar que “el cooperativismo es un estilo de vida, ya que representa muchos de los valores importantes que hoy en día necesitamos más que nunca como sociedad, para tener una buena convivencia como democrática: responsabilidad, equidad y ayuda mutua”.
“Como cooperativistas es nuestro deber seguir pregonando estos valores, empezando desde la casa con la familia, los niños en las escuelas y todas las cooperativas que tengan acceso a sus asociados”, destacó Hutak.
A su turno, Fabio Zamora, vicepresidente de la Mesa de Juventudes de Coninagro se explayó con un emotivo mensaje: “Al cooperativismo lo vivo día a día, hora tras hora, tengo la gran suerte de ser hijo de un asociado a cooperativa vitivinícola y la oportunidad de trabajar dentro de este sistema. El cooperativismo para mí es motivación, es la fuerza de todos sus miembros para alcanzar una meta”.
Por su parte, y dando muestra de que el asociativismo como modelo está presente desde una impronta federal, reflexionó desde General Roca, Río Negro, Jeremías Aventín, productor frutihortícola cooperativizado, que transmitió un “mensaje de aliento para seguir trabajando siempre, según los lineamientos de los principios cooperativos como base fundamental para el desarrollo sustentable y a largo plazo de todas nuestras actividades”.
Algunos datos relevados por el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Solidaria) reflejan potencial de todo el andamiaje asociativo; el 5% del total de los productos que se exportan de Argentina provienen de cooperativas. Además, 218.424 trabajadores y trabajadoras están asociados a cooperativas de trabajo. Asimismo, en un informe difundido por INAES para esta fecha, se señala que en diversas localidades son 1300 las cooperativas que brindan servicios públicos, beneficiando a 2 millones de personas en 15 provincias. Más de 900 cooperativas agropecuarias elaboran el 28% de la producción de cereales y oleaginosas del país.
Fuente: Coninagro