MEJOR EL SUR

En la transición del lunes 23 para el martes 24, la llegada de un sistema frontal, logró recoger la humedad que se había acumulado en días previos, luego de un par de jornadas donde el viento del sector norte logró imponerse. Las lluvias comenzaron a concretarse durante la madrugada del martes sobre áreas del sur de bonaerense. El mal tiempo, principalmente las coberturas nubosas, se desplegaron a lo largo de gran parte del martes, progresando desde el sudoeste hacia el noreste. En este movimiento las lluvias fueron muy pobres, pero la actividad se incrementó sobre el noreste de BA y, durante la madrugada, sobre territorio entrerriano, donde por sectores se lograron acumular más de treinta milímetros. Por el contrario, las respuestas para el oeste, fueron prácticamente nulas. Gran parte de SF, CB, LP y el noroeste de BA, apenas sumaron unas lloviznas, en el mejor de los casos un par de milímetros. El frente luego se desplazó al norte de la Mesopotamia, concentrándose las lluvias en el este de Corrientes y Misiones. Se destacan algunos registros de casi cien milímetros en el sudeste de Corrientes.

Las lluvias que se representan en el mapa de la región pampeana, prácticamente se sumaron con este último evento, salvando la zona de influencia de Bahía Blanca, donde ya había llovido previamente.

Se reconoce lo comentado, la escasez pluvial en gran parte de la franja oeste del país, algo que en este mes de mayo, también sumo a la provincia de SF, situación que es una fuerte anomalía, ya que durante mayo, ésta es una provincia que suele sumar.

Las situaciones de cara al inicio de la fina en las zonas donde no ha llovido son variables. Hay zonas del oeste de CB, donde sembrar será tomar riesgos importantes. Sobre el este de CB y el oeste de SF, hay mayor disponibilidad de humedad en profundidad, pero la falta de agua en la capa arable es importante, se requieren manejos muy cuidadosos para avanzar mitigando el riesgo en la etapa vegetativa.

Sobre el este de LP, noroeste y centro oeste de BA, se viene de un verano y una primera parte del otoño, que sumaron lluvias por encima de los valores normales, incluso generando vastas zonas con anegamientos. En algunos sectores, la deficiencia pluvial de mayo pudo resultar hasta favorable.

La zona central del norte de BA, es la que presenta mayor variabilidad, dado que, desde Pergamino hacia el sur las lluvias van desde los 30 milímetros hasta apenas cinco o diez. El manejo de las siembras donde se recibieron las lluvias más generosas está prácticamente normalizado, mientras que las zonas donde las recargas fueron escasas, el panorama requiere planteos mucho más conservadores. En áreas relativamente reducidas, se plantean escenarios de siembra muy disímiles.

Finalmente gran parte de ER y el sur bonaerense, lograron recargas sobre suelo que ya estaban con buen nivel de humedad en el perfil. Estas lluvias lograron mejorar las reservas superficiales y por lo tanto son zonas que no deberían tener dificultades para avanzar con el calendario de siembras.

Aun considerando este último evento pluvial, las lluvias de mayo quedarán lejos de completar los valores normales, salvando algunas áreas del sur costero bonaerense y otras de la Mesopotamia. A lo largo del mes del pasado mes vinimos monitoreando, en particular, la alta demanda de precipitaciones que requería el oeste para entrar en buena forma a la fina. Se veía improbable que la misma se viera satisfecha, algo que finalmente sucedió. Esto seguramente ya define un sesgo negativo para el área a implantarse en esta campaña.

Transitamos el cambio de mes con un ambiente muy frío y con tendencia a secarse. La posibilidad de un evento pluvial disruptivo dentro de este contexto parece muy lejana.

Estimamos que al menos durante los primeros quince días de junio el comportamiento pluvial será similar al que predominó en mayo. Solo el norte de la Mesopotamia seguirá recibiendo precipitaciones.