Los asistentes virtuales, son un claro ejemplo de esto, con el adicional de ayudarnos diariamente a reducir la interacción entre el ser humano y las máquinas. Amazon, lanzó su propio asistente virtual en el 2014 con el objetivo de instalarse en el mercado brindando este servicio.
Alexa es el nombre escogido por esta empresa y junto a Siri, Cortana, Aura y Bixby se han convertido en las más conocidas dentro de su rubro.
Amazon Alexa, al igual que sus competidores, se encuentra presente en todo tipo de objetos y entornos como apps, relojes, electrodomésticos, sistemas operativos, etc.
Se trata de un servicio que está presente a nivel mundial y por eso es posible acceder a él desde Amazon Chile como desde cualquier otro país.
¿Qué es un asistente virtual?
Comúnmente el asistente virtual es definido como un agente de software que ayuda a las personas a reducir la interacción con las máquinas cuando deben realizar tareas vinculadas a ciertos dispositivos tecnológicos.
La persona se comunica usando su propia voz y el asistente virtual procesa el mensaje, lo interpreta y responde según la consigna recibida. Cuanta más interacción haya entre el usuario y el asistente mejores serán los resultados.
Para brindar un servicio, previamente debe cruzar datos que utiliza el usuario o bien que interfieren en su vida cotidiana como: el clima, el tráfico, horarios de su agenda, precios de ciertos productos, etc. Es decir, que antes de comenzar a dar respuesta el asistente debe acceder a información de recursos en línea.
Las soluciones que brinda al usuario pueden ser tanto empresariales como aquellas vinculadas al hogar. Para este último, los dispositivos dentro de una casa deben contar con ciertas características como estar conectados entre sí, respondiendo al concepto de “internet de las cosas”.
Las funciones que tenemos disponibles gracias a este tipo de tecnología son muchísimas y crecen constantemente a un ritmo acelerado. La palabra “asistente” no puede haber sido más atinada al momento de nombrar a este software dado que responde en todo momento a las inquietudes y requerimientos del usuario, cualquiera sea su tipo.
¿Cuáles son los beneficios de usar asistentes virtuales en nuestra vida?
Los asistentes inteligentes, son dispositivos diseñados con el objetivo de ayudarnos en nuestras vidas. Nos ayudan a controlar nuestra agenda personal, a poner alarmas, escuchar música, hacer búsquedas en internet, controlar la televisión, encender luces del hogar, etc.
Una de las virtudes más grandes de estos dispositivos es que funcionan a través de instrucciones orales lo que permite integrar a gran cantidad de personas en el uso de su servicio, incluyendo a aquellos con dificultades visuales.
Así mismo, nos permiten optimizar nuestro tiempo, dado que mientras realizamos alguna actividad podemos darle instrucciones al asistente y destinar ese tiempo al ocio personal.
De la mano del punto anterior, es posible desligarse de ciertas responsabilidades y despreocuparse de algunas rutinas diarias asociadas a nuestro hogar. Los asistentes virtuales nos permiten configurar electrodomésticos, alarmas, despertadores, etc. Por lo tanto, de alguna u otra manera también aportan a nuestra seguridad.
Así mismo, es muy fácil de usar dado que carece de configuraciones complejas y la mayoría de ellos pueden ser ejecutados desde un teléfono celular, smartphones o desde ciertos dispositivos que son fácilmente manipulables. Están pensado para facilitarnos la experiencia por lo que solo necesitaremos tener conexión a internet y quizás una app.
Por otro lado, si las indicaciones son dadas de forma correcta, seguramente los asistentes ejecuten el requerimiento con mayor eficacia que nosotros. Es probable que nosotros teniendo muchas cuestiones pendientes, al momento de hacer determinadas actividades cometamos algunos errores producto de una distracción. Con los asistentes virtuales los errores humanos se reducen en un amplio porcentaje.
Alexa, el asistente virtual de Amazon
En la actualidad, amazon se ha convertido en una de las empresas de comercio electrónico más importantes del mundo gracias a que ha podido ampliar su inversión en tecnología.
En noviembre del año 2014, la compañía lanzó al mercado a Alexa, su primer asistente virtual controlado únicamente por la voz. A la par, también lanzó una línea de altavoces inteligentes llamados Echo, es decir, dispositivos a través de los cuales esta tecnología podría funcionar.
En un principio, este asistente virtual solo podía ser utilizado en altavoces inteligentes que pertenecían a la compañía. Sin embargo, con el paso del tiempo, Amazon abrió su SDK para que otras empresas pudieran empezar a trabajar sobre él.
El éxito de esta medida se vio reflejado en el crecimiento de Alexa, dado que a partir de ese momento el asistente virtual de Amazon comenzó a ser incluido en gran cantidad de dispositivos (como electrodomésticos, relojes, etc), convirtiéndose en el asistente de referencia.
¿Cómo funciona Alexa?
Para que Alexa funcione, además de tener el dispositivo de altavoz inteligente, es necesario contar con Wifi, descargarse una aplicación y configurarla según nuestras preferencias. Por último, solo debemos decir en voz alta “Alexa” seguido de la indicación que deseamos dar.
Por otro lado, si bien Alexa toma las peticiones escuchadas por la voz del usuario, también ofrece la opción de las “Skills”, es decir, complementos adicionales que podemos instalar para añadir más funcionalidades.
Algunas de las cosas que podemos hacer con Alexa son:
– Controlar dispositivos inteligentes del hogar como luces, electrodomésticos, sistemas de calefacción, etc.
– Saber cómo estará el clima.
– Escuchar música o podcast.
– Acceder a audiolibros.
– Buscar información en internet como recetas.
– Pedir comida a domicilio.
– Rastrear pedidos online.
Por lo tanto, a la pregunta inicial ¿Los asistentes virtuales son el futuro de los hogares? la respuesta correcta sería que no. No son el futuro, son el presente. Sin darnos cuenta (o quizás sí) se han convertido en una parte fundamental de nuestra cotidianeidad. Es probable que sin ellos gran parte de nuestras actividades diarias se vean imposibilitadas o al menos entorpecidas.
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Fuente: Corporateit