LOS ULTIMOS TRES AÑOS
La dinámica atmosférica que viene dominando el mes de mayo no está alineada con la buena producción pluvial. Durante el sábado pasado y en el cambio hacia el día domingo, alguna inestabilidad acompaño el avance de un sistema frontal que pasó rápidamente hacia el noreste del país, dejando algunas lloviznas o lluvias débiles.
Si bien es razonable esperar durante mayo una retracción en la oferta de agua respecto del mes de abril, las deficiencias que se están observando son muy marcadas. En la transición intermensual, los pronósticos ya mostraban la tendencia hacia una primera quincena seca. Aun considerando el piso zonal más bajo de las precipitaciones mensuales, la oferta de mayo está muy lejos siquiera de acercarse a los valores normales.
Esta afectación negativa del patrón pluvial es generalizada. Dentro de la región pampeana, zonas muy reducidas del sur bonaerense han recibido algunos chaparrones generosos. Sólo sobre el norte de la Mesopotamia y el este de Chaco y Formosa, las precipitaciones han logrado algo más de continuidad.
Si comparamos las reservas de humedad para esta fecha con la de las dos campañas previas, vemos que aun teniendo en cuenta las limitaciones que puede presentar el modelo de balance hídrico, el panorama actual es más ajustado que sus antecesores.
En el balance hídrico no se consideran las labores de conservación de humedad, con lo cual un lote preparado para la fina puede disponer de mayor humedad en el perfil. Lo que queda claro es que cualitativamente la disponibilidad de humead para esta fecha esta sensiblemente disminuida respecto de las dos campañas previas. Como hemos visto la semana pasada, esto es aún más notorio a nivel superficial y en principio, lo mínimo que se puede pedir para iniciar la campaña, con un riesgo controlado, es lograr recomposiciones en esta primera parte del perfil.
La gran diferencia entre las dos campañas precedentes de la fina fue el mes de septiembre. Independientemente de las condiciones de partida, el mes de septiembre de 2021 tuvo un nivel de lluvias muy favorable, sosteniendo la floración del trigo en la franja central, aun cuando luego vino un octubre seco.
Volviendo a la actualidad, se están produciendo lluvias modestas en el sur y el este de la región pampeana, pero las mismas no parecen ser suficientes como para mejorar las condiciones sobre el oeste. A media que nos desplazamos hacia el oeste en la provincia de CB, las decisiones para la siembra se van complejizando.
Desde el jueves, las condiciones ambientales se instalan en modo invierno. Bajo estas circunstancias es difícil esperar un buen aporte de lluvias. Este patrón puede afectar al menos los primeros diez días de junio. Las zonas con ventana suficiente para esperar lo que suceda con las lluvias en la segunda parte del mes, deberán tomar esta ventaja, en otros sectores, este retraso ya es mas inviable.