“Las claves que marcarán el ciclo 22/23 pasan por el contexto mundial convulsionado, en el marco de una profunda incertidumbre política y social, con grandes desafíos en materia de abastecimiento energético y alimentario”, enumeró Gustavo López, consultor de Agritrend, quien participó del panel sobre mercados y contexto económico mundial en la última jornada de A Todo Trigo 2022. Otra de las claves que mencionó fue la inflación y recesión en la mayoría de las economías, con el incremento en las tasas de interés, y el fuerte impacto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que impacta en una menor oferta disponible, incremento del precio de los insumos y stocks finales de los más bajos del quinquenio. “De mantenerse este esquema, no parecería que vaya a haber caídas en los precios internacionales”, dijo.
El consultor retomó los números del informe mensual de Oferta y Demanda del USDA, publicado este jueves, en el que se proyecta una leve caída en materia de producción de trigo en el mundo, que queda en 775 millones de toneladas, cifra similar a la que se alcanzó dos años atrás. Por su parte, el organismo estadounidense proyectó exportaciones por 205 Mtn, el consumo se mantuvo respecto a la campaña pasada (788 Mtn) y los stocks cayeron un poco, 267 Mtn vs. 285 Mtn el año pasado.
Respecto a los principales productores de trigo, resaltó tres datos: empezando por Australia, que cae de 36 Mtn a 30 Mtn, Ucrania que pasaría de 33 a 21 Mtn, y en el medio Argentina, que caería de 22 a 20 Mtn. “Estamos en la disyuntiva de cuánto vamos a terminar sembrado a nivel mundial”, lamentó.
En cuanto a los países importadores, López sembró dudas respecto a cómo va a congeniar Argentina con las nuevas resoluciones –en particular la aprobación del trigo HB4, anunciado este jueves-. “Me genera bastantes dudas porque los principales países importadores no compran estos materiales”, dijo.
Antes de cerrar, puso foco en el mercado de Brasil, cuya demanda está creciendo y también lo hacen las exportaciones. “Si bien la situación es dramática, muchos están queriendo capturar mercado, y Brasil es uno de ellos. Están hablando de expandir entre 1 y 1,5 millones de hectáreas en la zona serrana y central del país para hacer trigo”, remarcó.
Enrique Erize también retomó este punto y dijo: “No estamos aprovechando la ventaja que tenemos con Brasil, que necesita trigo a partir de abril y nosotros ese mes cerramos el registro”.
Al respecto, definió sin filtros al mercado de trigo en Argentina: “Ficción, farsa, engaño, mentira. Se trata de un cultivo emblemático con plaza desvirtuada y decisiones oficiales incalificables. Intervencionismo mata mercado”.
Según Erize, “estamos en manos de los simuladores -en alusión a la serie argentina-, nuestros gobernantes simulan entender o saber pero ninguna de las dos es cierto”. Y citó algunas frases de referentes políticos como Alberto Fernández, Julián Domínguez, Roberto Feletti y Santiago Caffiero.
El consultor de Novitas puso foco en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y el problema logístico. “En granos, el flujo físico condiciona los flujos comerciales. ¿Qué pasa en Odesa, desde donde sale el 30% del comercio mundial? ¿Podrán salir los granos por el Mar Negro? ¿Son precios de emergencia los que estamos viendo o la historia recién empieza?”, se preguntó.
Al respecto, planteó que si la guerra termina mañana, “los precios en Chicago caen 70 dólares en un rato y después rebotan. Los niveles y precios son excelentes, pero ¿están bien?”, dijo.
Erize insistió en prestar atención al precio FOB porque es el índice sobre el cual se permite declarar y sobre el que se pagan las retenciones. “Antes de empezar a sembrar, ya hay ventas por 8,2 millones de toneladas. El precio al que se declaró, estaba a la par de Chicago, pero el nuestro está 40 dólares abajo de Kansas. El Ministerio de Agricultura permitió que se anoten 8,2 millones de toneladas a un FOB a u$s 345,57 cuando Kansas era u$s380”, lanzó.
Sobre este punto, dio un dato contundente: “El gobierno lleva recaudado más de 340 millones de dólares de trigo que todavía no se sembró”.
Pero hay otro detalle, son 8,2 millones de toneladas en declaraciones de ventas al exterior (DJVE), pero tienen compradas 3,2 millones de toneladas. Según Erize, los productores están encandilados con el precio, pero la clave es monitorear las DJVE, que se cerrarán en junio.
“Hace 15 días que nadie declara más nada, vayan viendo porque si se quedan dormidos y se compra todo el trigo, pueden quedarse afuera. En cosecha el partido será molineros vs. exportadores, pero con licencia para exportar”, cerró.