La provincia de Córdoba es reconocida como la principal productora de maní de la Argentina, debido a que concentra más del 80 % de la superficie sembrada y el 92 % de las industrias procesadoras de granos a escala nacional. Con un mercado cada vez más exigente sobre la calidad del grano, un equipo de investigadores –del INTA y de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Nacional de Córdoba– avanza en el estudio sobre el uso de rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR, por sus siglas en inglés), debido a que constituyen una alternativa para reducir el uso de insumos sintéticos e impulsar mejoras en el rendimiento de los cultivos en línea con las demandas económicas y ambientales actuales.
“A pesar de los conocidos beneficios que producen las PGPR sobre los cultivos, la información respecto a sus efectos en el cultivo de maní es acotada, lo cual sugiere el desarrollo de un mayor número de investigaciones especialmente en condiciones de campo”, expresó Ricardo Haro, especialista sobre el cultivo de maní del INTA en la Estación Experimental Agropecuaria de Manfredi.
Desde hace años la Cátedra de Microbiología de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC), dirigida por el investigador Enrique Lucini, coordina el proyecto de microorganismos promotores del crecimiento vegetal que tiene como objetivo evaluar el impacto de la aplicación de PGPR sobre un gran número de cultivos.
Específicamente sobre el cultivo de maní, los experimentos se centraron en evaluar algunos rasgos asociados al crecimiento en cámara de cultivos y a campo. En este sentido, “nos propusimos determinar los efectos del PGPR sobre el crecimiento de las raíces, la producción de biomasa y el rendimiento de los cultivos de maní”, especificó Ezequiel Darío Bigatton, especialista de la FCA-UNC a cargo de los experimentos y del desarrollo de los bioinsumos.
Las rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal son microorganismos edáficos que interactúan con la rizosfera de la planta y mejoran su crecimiento a través de mecanismos directos o indirectos. Los mecanismos directos están relacionados con la bioestimulación del cultivo y los efectos indirectos radican en el control de fitopatógenos. Dentro de los principales géneros podemos encontrar a Bacillus y Pseudomonas.
Para evaluar los efectos de las cepas PGPR en el maní se realizaron ensayos de campo y en macetas durante dos años en el campo experimental de la FCA-UNC y del INTA Manfredi. Se sembró el cultivar Granoleico y las semillas fueron tratadas con microorganismos promotores del crecimiento vegetal: Bacillus spp. (RI3), Bacillus spp. (SC6), Pseudomonas spp. (PSE10), control sin aplicación de PGPR, y Bradyrhizobium spp. como biofertilizante tradicional de maní.
Plantas de maní inoculadas con PGPR. Imagen A: plantas de maní creciendo a campo, se observan diferencias en tamaño de canopeo y producción de vainas. Imagen B: plántulas de maní crecidas en cámara de cultivo, se visualiza la producción contrastante de raíces.
Mejoras comprobadas
Los resultados determinaron que, tanto a campo como en macetas, los PGPR estimularon la producción de biomasa de raíces en los primeros 20 cm de suelo entre 10% a un 150%. El crecimiento de raíces bajo PGPR fue mayor que bajo el biofertilizante tradicional de maní (Bradyrhizobium spp.), evidenciándose un incremento promedio de 67% y 32% en ensayos de campo y macetas, respectivamente. Además, se evidenciaron aumentos tanto de la biomasa total como del rendimiento. Respecto a este último, las PGPR lo incrementaron entre 26% a un 44% en relación al control en situaciones donde el cultivo creció sin restricciones hídricas.
“Las tendencias de las respuestas fueron similares entre experimentos y escalas de análisis”, confirmaron Haro y Bigatton, evidenciando que las PGPR son insumos valiosos y que pueden considerarse como una herramienta productiva para la promoción del crecimiento del cultivo de maní.