En pleno proceso de arrancado y recolección de maní, para nuestro sector, la ecuación es muy simple: sin abastecimiento de combustible, no circulan los camiones que trasladan la mercadería y, por ende, las cosechadoras no pueden trabajar en el campo. Freno total.
La situación es grave y acuciante para nuestra economía regional, primera exportadora mundial de este producto.
Desde la Cámara Argentina del Maní estamos reclamando a las autoridades, y con urgencia, la inmediata solución a la faltante de combustible, así como también la liberación de las rutas, que impide la normal circulación.
Asimismo, a nuestro reclamo se suma una gran decepción luego de conocer que no prosperó la mesa de trabajo entre la Federación de Trasportadores Argentinos y el Ministerio de Transporte, este miércoles 13 de abril.
De esta forma, los productores y agroindustriales alertamos que la actividad está detenida, justo cuando comienza una labor clave: la cosecha.
La imposibilidad de realizar las tareas de arrancado, trilla y transporte en este momento opera en detrimento de la mercadería, que es técnicamente insalvable. Generando perdidas millonarias tanto para las familias de la región como para las arcas del Estado.
El maní no sabe de esperas, una vez arrancado, debe ser cosechado y cargado inmediatamente para llegar a la planta procesadora, donde se realiza su secado industrial.
Esto pone en riesgo unos 200 puestos de trabajo por planta (unos 4.000 en total) y afecta la economía de al menos 20 municipios que dependen nuestro producto en el centro y sur de Córdoba, el principal clúster del país.
A lo que sucede tranqueras adentro, se están sumando los cortes de rutas en puntos neurálgicos de la región.
Solicitamos a las autoridades nacionales y provinciales plena atención de esta coyuntura: nuestra economía regional modelo debe avanzar, no detenerse.