En sintonía con lo comentado en el Informativo Semanal N° 2.044, la industria del biodiesel viene soportando altibajos en su desempeño productivo debido a diversos factores, entre los cuales se encuentra principalmente, los recurrentes cambios regulatorios introducidos por el Gobierno Nacional desde 2012 a la fecha. Tal situación se presenta, en contraposición al gran desarrollo que permitió a nivel sectorial y de agregado de valor la Ley N° 26.093 denominada “Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles”. En este sentido, se promovieron inversiones para la instalación de una capacidad productiva de alrededor de 2 Mt de biodiesel destinadas a abastecer el mandato en el mercado interno, y otra cantidad similar, para atender el comercio internacional.
En el siguiente cuadro, se observa la evolución de la producción de biodiesel, las ventas al corte en el mercado interno y las exportaciones de esta actividad integrante del sector energético, desde el año 2010 a la actualidad. Entre el período 2010-2015 se registraron algunos traspiés en materia productiva aunque con un promedio destacable para el período de 2,1 Mt de biodiesel, remarcando un récord para dichos años de 2,58 Mt en 2014 y un posterior mínimo de producción de 1,8 Mt en el año 2015. Respecto al volumen de ventas al corte en el mercado interno, se mantuvieron al alza año tras año lo cual fue clave para dinamizar la producción. No obstante, los problemas de colocación del biodiesel en el mercado externo fueron las principales limitaciones para sostener la producción al alza, ante políticas antidumping implementadas fundamentalmente por el mercado europeo. En este sentido, tras alcanzar exportaciones por 1,6 Mt en 2012, se obtuvo una caída del 50% al año 2015 con despachos al exterior por solo 0,78 Mt respectivamente.
Luego, si se considera el período 2016-2019, en los primeros dos años se registró un repunte importante de las exportaciones y, en consecuencia, de la producción de biodiesel que alcanzó un récord histórico de 2,87 Mt en el año 2017. Dicha situación, se encontró en consonancia con una fuerte demanda externa por parte de Estados Unidos al cual se le vendieron nada menos que 1,4 Mt, es decir, el 80% del total exportado en dicho año (1,65 Mt). Asimismo, se agrega un récord en materia de ventas en el mercado doméstico (1,1 Mt) para satisfacer el corte del 10% en gasoil. Mientras que de cara al año 2019, las exportaciones registraron una baja del 37,5% respecto al récord de 2017 ante la ausencia de compras desde Estados Unidos desde 2018, derivadas de la aplicación por parte de este país, de derechos especiales anti-dumping y anti-subsidios. Con Países Bajos siendo un destino que se comenzó a consolidar como el principal foco de exportación hasta la actualidad. A su vez, se remarca que Perú también aplicó una sanción similar a la aplicada por la UE, para el biodiesel argentino, cerrando ese mercado, que llegó a explicar cerca de un 10 % del share de mercado del biodiesel exportado.
Luego, en los dos últimos años entre 2020 y 2021, la situación para el biodiesel se convirtió realmente compleja. Con el advenimiento de la pandemia por COVID-19 en 2020, disminuyó fuertemente el consumo de combustibles a nivel local e internacional, con lo cual afectó la demanda de biodiesel para corte en gasoil en general. A lo cual se añade que en el mercado local, se estima que el porcentaje de corte en gasoil no se cumplió de acuerdo a la legislación vigente de dicho momento sumado al atraso en los precios de referencia establecidos por la Secretaría de Energía. Estos factores condujeron a alcanzar un magro resultado productivo de 1,1 Mt en 2020, aunque destacando una recuperación posterior del 54% en 2021 hasta 1,7 Mt.
En el último año, sin la prórroga de la Ley 26.093 se estableció un nuevo marco regulatorio (Ley 27.640) que disminuyó el corte mínimo de gasoil en el mercado interno de 10% al 5% con la posibilidad de disminuirse al 3% para el caso del biodiesel. Claramente, esta situación no coadyuvó a potenciar la producción para abastecer al mercado interno con ventas locales que se ubicaron en mínimos desde el comienzo del desarrollo de la industria. Favorablemente, la exportación a Países Bajos se encuentra sólida ante el acuerdo firmado entre Argentina y la Unión Europea (UE) en 2019, lo cual nos garantiza la colocación de 1,2 Mt anuales. De esta forma, al momento actual no hay un gran margen para aumentar la producción de forma sostenida de cara al futuro frente al esquema planteado anteriormente.
Si se analiza el rol de las diferentes provincias en materia productiva de biodiesel, destaca fuertemente la provincia de Santa Fe con una participación del 84% del total producido en el año 2021. Dicho guarismo es un máximo desde el año 2012, aunque se logra observar que la producción provincial se encuentra por debajo del año 2019. En este sentido, destaca la menor elaboración de biodiesel en la provincia de Buenos Aires que se ubicó en 0,18 Mt en 2021, es decir, levemente por debajo del fatídico año 2020 y representando una caída del 44% en la producción respecto al año 2019.
Por otro lado, al analizar la situación de las fábricas productoras de biodiesel, los cambios regulatorios del último año, se encontraron fuertemente en contra del desempeño del sector en general, aunque especialmente de las pequeñas y medianas empresas que abastecen el mercado doméstico.
En el siguiente gráfico, se puede observar la participación en la producción de las principales cinco empresas respecto al total y se vislumbra una tendencia al alza desde 2020 y alcanzando nada menos que el 70% en el año 2021. Es importante destacar que las empresas que abastecen las ventas al corte en el mercado local tienen prohibido por ley, abastecer el mercado externo, al tiempo que las vinculadas a la exportación no tienen cupos asignados para vender al corte en el mercado local. En este sentido, la baja en el corte de gasoil está afectando la demanda interna y las posibilidades de producción de las empresas enfocadas en el mercado doméstico que no pueden dirigirse a la exportación.
Asimismo, en el siguiente gráfico se observan los volúmenes de cupos asignados por la Secretaría de Energía a las empresas que operan en el mercado local y las ventas internas realizadas por dicho grupo de empresas. Entre el año 2017 y 2019 se observa que las ventas internas se correspondieron con los cupos asignados al conjunto de fábricas. No obstante, en 2020 se asignaron cupos por 1 Mt, mientras que las ventas internas solo se ubicaron en 0,477 Mt, lo cual indica una gran dispersión entre ambos valores.
Al tiempo que en 2021, se recortaron los cupos asignados para ventas al corte ante la baja de los mandatos obligatorios de biodiesel en combustibles. A su vez, si se observan las ventas efectivas se mantuvieron muy estables y no se pudo cubrir dicho cupo por partes de las compañías, las cuales registran menos volúmenes de producción respecto a los últimos años.
En este sentido, en el siguiente cuadro se puede observar la situación productiva por empresas. Del total de 32 empresas que produjeron biodiesel en 2021, salvo Patagonia Bioenergía el resto de las empresas registró un volumen producido por debajo del promedio alcanzado entre 2017-2019. A su vez, se logra destacar que las fábricas de menor tamaño que producen menos de 50.000 toneladas anuales fueron muy perjudicadas, registrando caídas en la producción superiores al 40% en la mayoría de los casos. En este sentido, los recientes cambios regulatorios que modificaron el corte obligatorio en biodiesel obligaron a recortar fuertemente la producción, sumado a que en 2020 los precios fijados internamente perjudicaron los márgenes de rentabilidad y las posibilidades de producción con dichos valores.
Por último, la Bolsa de Comercio de Rosario junto con las otras bolsas del país emitió esta semana un comunicado de prensa indicando los problemas que han surgido del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania en los mercados energéticos, especialmente gas y petróleo. Estimaciones de consultoras especializadas calculan que, a valores actuales de energía, Argentina podría llegar a importar aproximadamente unos 13.500 millones de dólares durante el 2022 entre GNL, gas de Bolivia, gasoil y fuel oil para usinas y transporte, y naftas para vehículos. La agroindustria argentina está en condiciones de responder a este importante desafío a través de una sustitución rápida de importaciones de combustibles utilizando los biocombustibles. Nuestro país puede alcanzar 3,9 millones de toneladas de producción de biodiesel, concentradas principalmente en la provincia de Santa Fe, donde se integran con las empresas de molienda de soja.
En la actualidad, este importante sector industrial tiene casi un 60% de capacidad productiva ociosa. Los estándares vigentes para la producción de biodiesel establecidos para un corte del 10% y las experiencias en su uso puro, muestran el potencial técnico del producto para sustituir al gasoil en el transporte. Incluso se cuenta con experiencias exitosas del uso del biodiesel puro B100 en flotas de camiones y buses de transporte de pasajeros. En este sentido, incrementar la utilización de fuentes de energía renovables producirá beneficios para el medio ambiente y la salud humana.
Por estas y otras razones, las Bolsas de Cereales y de Comercio han propuesto a las autoridades nacionales establecer por norma que, más allá del corte obligatorio vigente del 5%, las empresas mezcladoras puedan usar biodiesel hasta un máximo del 20%. Este adicional deberá ser consecuencia de mercado libre de oferta y demanda en la que podrán participar todas las empresas productoras de biodiesel registradas en Argentina, de manera de asegurar el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de calidad y precio para el consumidor.
A modo de conclusión, se remarca el perjuicio que se le hizo a la industria de biodiesel santafesina con los cambios regulatorios implementados en 2021, considerando que casi el 80% de la capacidad instalada argentina se encuentra en dicha provincia. Los volúmenes producidos se vieron afectados en la mayoría de los casos y fundamentalmente en las fábricas de menor tamaño, que se encuentran cautivas del mercado interno y sin posibilidad de colocar su producción en el exterior. De esta forma, el esquema actual es un gran golpe para la cadena de valor soja debido al impacto productivo que se registra en la producción de biodiesel, un producto industrial que agrega valor a la producción primaria de la oleaginosa y al principal complejo agroindustrial de exportación de nuestro país.
Por Bruno Ferrari - Claudio Molina - Julio Calzada
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario