El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) inició un plan de emergencia fitosanitaria tras detectar la presencia de ejemplares adultos de la Mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata Wied.) en la zona urbana de la ciudad rionegrina de Cipolletti.
Las medidas fitosanitarias para el control del brote de Mosca del Mediterráneo contemplan el establecimiento de un área regulada en un radio de 7,2 kilómetros alrededor del foco de detección de la plaga, para evitar su dispersión y ofrecer las garantías necesarias a los mercados de destino de la producción regional.
Se incluye la destrucción de los frutos hospedantes de la plaga y la prohibición de exportación de frutos originarios del área regulada hacia mercados con restricciones sin el correspondiente tratamiento cuarentenario; entre otras.
Las medidas de control también alcanzan a las cargas que ingresen, egresen y transiten por este área regulada, como la obligatoriedad de que los transportes cubran sus cargas en forma total con lona o malla de 80% de densidad, hasta tanto se verifique la erradicación del foco y se lo dé por finalizado.
Los productos vegetales hospedantes ingresados a los establecimientos de empaque o frigoríficos antes del 27 de marzo no estarán afectados por las medidas cuarentenarias.
Actualmente los valles productivos de la Región Patagónica están reconocidos como Área Libre de Mosca de los Frutos. La detección de estos ejemplares no implica perder este estatus fitosanitario.
Estas acciones se basan en la Resolución Senasa Nº 152/2006 y en la Norma Internacional de Medidas Fitosanitarias (NIMF) N° 26/2006, dictada por la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).