También, debiera llevarnos a la reflexión sobre los motivos por los cuales somos eternos deudores en el ámbito internacional, como sociedad no hemos podido asumir, que lo que se debe, tarde o temprano se paga y que es, no solo necesario sino también urgente, entender que debemos vivir con nuestros propios ingresos y que los déficits fiscales son imposibles de sostener en el tiempo.
También será necesario entender, que la capacidad contributiva, de los que pagan impuestos, está agotada.
Al mismo tiempo el Gobierno anuncia el cierre de exportaciones de aceite y harina de soja y una suba del porcentual de derechos de exportación (retenciones).
Más allá de sostener que las retenciones (derechos de exportación) no encuentran, hoy, marco legal donde sustentarse, la sola idea de aumentarlas, muestra, una vez más, la inclaudicable decisión de castigar al sector productivo y desaprovechar los precios internacionales para exportar e ingresar las divisas necesarias para sostener nuestra economía, que los propios integrantes del Gobierno, definen como bimonetaria.
El gobierno ya ha intentado con la creación de fideicomisos, para trigo y maíz, controlar un proceso inflacionario, que se muestra irreductible y que obedece a la macroeconomía existente, mucho más allá de la suba de precios de los granos en el mundo.
No es que nació la inflación desde la cobarde y criminal invasión de Rusia a Ucrania, el fenómeno inflacionario se sucede desde muy larga data y obedece siempre a la pretensión de gastar más de lo que los ingresos permiten.
Una muestra de la inconmovible decisión del Gobierno en no disminuir el gasto, no dar señales de ello y burlarse de quienes pagan impuestos, se ve patentizado en la reciente creación, con rango de subsecretaría Unidad Ejecutora Especial Temporaria "Resiliencia Argentina" publicada en el Boletín Oficial mediante la Resolución 122/2022, el pasado 10 de marzo.
En la situación económica en que se encuentra el Estado Argentino, en la presión fiscal que vienen soportando sus contribuyentes, cuando la señal debe ser la permanente búsqueda de reducir el déficit fiscal por la baja del gasto innecesario y/o no prioritario, ofende la creación de inventos que solo engrosan el erario público. Se dirá que es un gasto pequeño, no importa, lo que debe quedar en el pensamiento del Gobierno, es que debe mostrar un camino de baja de impuestos y reasignación de gastos, de lo contrario seguiremos en la decadencia en que nos encontramos. Más retenciones y más subsecretarias inventadas, postales de un Gobierno que juega con el sentido común y la paciencia de los productores.
Por Juan Goya, vicepresidente 2° de CRA