Durante un encuentro virtual e interinstitucional, en el que estuvo presente el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), junto a otros organismos públicos y del sector privado, se analizó el estado de situación de la tucura quebrachera en el norte de la provincia de Córdoba. Al respecto, los presentes informaron la detección de recientes nacimientos de la plaga en la región comprendida entre las localidades de Quilino, Villa Quilino, Huascha, Chuña y San José de las Salinas.
En la reunión, se enfatizó la relevancia de abordar la problemática de manera conjunta y coordinada entre los diferentes actores. Además, el Senasa destacó la importancia de monitorear los establecimientos y controlar de manera temprana la presencia de la plaga con productos autorizados y dar aviso ante su aparición.
Participaron funcionarios y técnicos del Senasa; de las secretarías de Agricultura del Ministerio de Agricultura y Ganadería, de Ambiente de la Provincia; y de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación; y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Además, estuvieron representantes de la Municipalidad de Quilino y Villa Quilino; asociaciones de productores; asesores fitosanitarios privados y pobladores vinculados con la temática.
Las vías de comunicación disponibles para recibir alertas relacionadas con la plaga son el correo electrónico acridios@senasa.gob.ar o de manera presencial en la oficina del Organismo más cercana. También se encuentra disponible la aplicación gratuita, Alertas Senasa para sistemas operativos Android e IOS (Apple).
Además, se pueden comunicar al teléfono 0800 8888 2476 del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba; sus agencias zonales; las agencias de extensión del INTA o al correo electrónico abritos@magyp.gob.ar de la Coordinación zona noroeste de Agricultura Familiar de Córdoba.
La tucura quebrachera es un insecto polífago que puede afectar a la actividad agrícola en forma directa y a la actividad ganadera, de forma indirecta, alimentándose de los recursos forrajeros y producir daños, también, en la vegetación nativa. Su control se debe realizar según lo establecido en la Resolución Senasa 556/2021 y las normativas provinciales vigentes.