La sequía ya domina en el 73% de la región y supera al escenario trazado 15 días atrás
El último día del 2021 simulamos la situación de la región con las lluvias que se pronosticaban: “la sequía afectaba al 27% del área y podía extenderse sobre el 62% de la región”, decíamos. Pero la situación ha ido a peor, la atmosfera fue aún más demandante. Elorriaga lo explica diciendo: “los registros récord, superiores a los 40ºC y la alta tasa de radiación solar potenciaron las pérdidas de humedad por evapotranspiración, que se aproximan a los 60 milímetros en lo que va del mes. En la región núcleo, la atmósfera se llevó prácticamente el 50% del agua que normalmente reciben los perfiles por precipitaciones durante el mes de enero, pero sin recibir un solo milímetro en compensación”. La sequía ya domina en el 73% de la región y sólo podría ser superada con lluvias de 100 a 140 mm.
¿La situación de escasez de lluvias se parece a la del 2017/18?
“La situación pluvial actual no difiere demasiado de la que se transitaba en la campaña 2017/18. Al igual que esta era condicionada por dos eventos Niña consecutivos”, dicen Elorriaga y Aiello. El enfriamiento del Pacifico Ecuatorial Central muestra significativas analogías entre las condiciones actuales del evento Niña y las que mostraba en diciembre de 2017. En ambos casos el índice ONI (el indicador que grafica la anomalía de la temperatura superficial del mar) mostraba un mayor enfriamiento durante diciembre. Condición que acoplada con la circulación atmosférica promueve un alto impacto negativo en el comportamiento de las precipitaciones en Argentina. Efectivamente, el régimen pluvial de la actual campaña tiene grandes probabilidades de comportarse como en la 2017/18. La buena noticia es que el enfriamiento del Pacífico en el 2017 comenzó treinta días después que el actual y tuvo su valor más bajo en enero 2018. Esto podría indicar que la Niña 2021/22 puede haber dejado atrás su enfriamiento máximo y por consiguiente, la zona núcleo podría recuperar precipitaciones dentro de la media más pronto que en la 2017/18.
Maíces tempranos: se duplicaron los regulares a malos El calor sigue, los maíces temprano dan batalla pero los daños no se detienen: la condición regular mala, en sólo siete días, pasó de 27% a un 51%. Los buenos son ahora el 35% y queda un 14% aún en la condición muy buena. Algo muy llamativo es que ante el agua que se acaba en los perfiles, los cuadros de la región muestran un rápido deterioro. “Se vinieron abajo”, dicen en El Trébol: “los cultivos desmejoraron mucho la última semana. El 70% de los lotes de maíz temprano se los clasifica en condiciones regulares y el 30% restante, malos. El 28 de diciembre estaban todos muy buenos”. En Cañada Rosquín estiman pérdidas que rondaran el 25%; "pero hay lotes donde las perdidas llegaran al 40%, a pesar de la buena fertilización”. En Bigand el 80% de los maíces tempranos están regulares. “Notamos reabsorción de granos en la punta de la espiga. Hay muchas en las en todo el cuarto superior no se formaron granos. Allí, los ingenieros estiman que rindes de 40 a 80 qq/ha. Venado Tuerto y Corral de Bustos, gracias a los mayores milimetrajes recibidos están escapando de esta situación. En el sur de Santa Fe dicen que el 85% de los cuadros de maíz temprano se mantienen muy buenos: van a haber lotes de 120 qq/ha de promedio. En Corral de Bustos, otra de las áreas privilegiadas, el 80% de los maíces tempranos está muy buenos y los techos esperados oscilan entre los 120 a 130 qq/ha. El 75% de los maíces ya están en grano pastoso, un 18% en grano lechoso y solo queda un 8% en floración.
Soja de primera: los cuadros regulares a malos se triplicaron También la oleaginosa ha sido alcanzada por el brutal impacto de altas temperaturas y falta de agua. En la semana pasada, los lotes regulares eran el 10% del total del área sembrada; después de las temperaturas extremas son el 30%. Y ahora también hay un 5% en malas condiciones. El panorama es muy preocupante. En Cañada Rosquín estiman una pérdida de rinde del 20%. "Difícilmente puedan recuperar la carga de frutos después de una lluvia. Estamos frente a una perdida productiva y económica muy importante”, advierten. En El Trébol estiman un 40% de pérdidas: “la ola de calor produjo muerte de plantas y aumentó arañuela roja. Allí, un 80% de los cuadros está en condiciones regulares y un 20% en malas condiciones. En Bigand, la soja detuvo el crecimiento: “no han logrado cerrar los entresurcos en muchos lotes. Hay sectores con color grisáceo y hojas totalmente caídas o secas”. No es el caso de Corral de Bustos, dónde “a pesar de la falta de desarrollo y los ataques de trips, arañuelas y bolilleras, con las últimas lluvias el surco se cerró”. La oleaginosa de la región está en floración un 55% de los cuadros, iniciando la fructificación un 40% y un 5% en plena fructificación.