Por ello apreciamos como una idea feliz, aquella que derivó en el llamado Consejo Agroindustrial Argentino, que tuviese una muy publicitada presentación ante el Gobierno Nacional y los distintos actores políticos.
Un proyecto de largo plazo, seguridad fiscal, una mirada productivista, incentivos a mayor producción y eliminación de distorsiones comerciales y fiscales, han formado parte de nuestra propuesta permanente.
Por ello nos integramos al CAA, sosteniendo que en ningún caso cederíamos representación gremial y que se debería respetar la importancia y la equidad de todos los sectores de la cadena.
Desde mediados del año pasado, CRA ha acompañado el desarrollo del CAA, coincidiendo y aportando para crear un marco de estabilidad fiscal y financiera sectorial hasta el 2030, con "herramientas de política institucional, de relaciones internacionales, impositivas, financieras y técnicas con efectos fiscales neutros" e intentando consolidar a la Argentina como líder en el comercio internacional de alimentos de origen animal y vegetal, alimentación animal y exportador de tecnologías del ecosistema agroalimentario.
En el transcurrir hemos remarcado los desequilibrios internos entre los actores de las cadenas con una exigua participación de los productores, lo cual impedía la necesaria creación de confianza.
Habiendo analizado los hechos transcurridos y las medidas anunciadas en los últimos 18 meses por parte del Gobierno, algunas de ellas siendo tratadas previamente con representantes del CAA, entendemos que los perjuicios que recayeron sobre los productores representados legítimamente por nuestra entidad ameritan que nos desvinculemos de dicho Consejo.
Más aun, cuando regirán restricciones a las exportaciones de cortes de carne vacuna hasta 2023, a contramano de los propósitos de la creación del CAA.
Huelga decir que el proyecto primigenio del CAA sostenía el propósito central de elevar exponencialmente las exportaciones y con ello la creación de puestos de trabajo, ambas ideas desnaturalizadas de cuajo, por el cierre de exportaciones, cupos, etc.
Las pocas medidas tomadas en relación al CAA, han sostenido las diferencias y han significado un severo perjuicio a la producción primaria.
Frente a la realidad, las bases confederadas venían solicitando hace meses el alejamiento, para evitar avalar con nuestra participación medidas a nivel de gobierno que solo sirven para otorgar prebendas y privilegios a otros intereses sectoriales, y que perjudican a los productores.
Poco se trabajó para poder tener institucionalidad en los mercados granarios en cuanto la formación de los precios. El precio justo que deviene de los mercados internacionales no es recibido por los productores agropecuarios por las grandes distorsiones locales, las cuales muchas cámaras que integran el CAA avalan.
El histórico lema de nuestro Movimiento Rural Confederado "Justicia económica para el productor rural", fue por un momento soslayado por intereses ajenos al productor.
Por todo ello, el Consejo Directivo de Confederaciones Rurales Argentinas ha decidido desvincularse del Consejo Agroindustrial Argentino y retirar a sus técnicos y representantes en las mesas de trabajo.
Siempre estaremos dispuestos a ideas nuevas para un país distinto, pero no para consolidar viejas prácticas comerciales en detrimento de nuestros productores.
Fuente: CRA