Desde la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias queremos dejar en claro que no compartimos, ni el rumbo, ni ninguna de las medidas tomadas y que nos permitimos reflejar los graves perjuicios que traerá al sector agropecuario y al país en general, y resaltar que no fuimos parte en ninguna de las decisiones que ha tomado el gobierno.
Hemos rechazado siempre la intervención arbitraria en los mercados, en cualquiera de sus formas, que desnaturaliza las relaciones comerciales dentro de cada cadena y siempre impacta sobre la producción primaria y por el contrario es ahí donde la participación en forma virtuosa del Estado debe evitar los abusos de posiciones dominantes en la cadena y en favor de los pequeños y medianos productores equiparar los desbalances propios de las escalas productivas.
Perjudicaron a los productores de carne, limitaron exportaciones y ahora pretenden soluciones mágicas para el trigo y el maíz, indefectiblemente el descuento en el precio lo recibe el productor.
Solo basta con mirar a nuestros vecinos y analizar cuanto reciben ellos por lo que producen y que inflación llevan sus economías, allí no hay relatos, hay macroeconomía.
El problema no está en el campo, el problema está en la economía y es mucho más profundo y complejo, de allí sobresalen y se retroalimentan, la inflación y el déficit fiscal ambos no son nuevos, sino instalados por décadas y no son abordados como corresponde.
Nos hemos comprometido como entidades que representan productores en todas las regiones y salimos a dialogar con gobernadores, funcionarios, cámaras y productores para juntos buscar caminos a una mayor producción para la generación de divisas al país.
Pero lo cierto es que nos invitan a mesas y a diálogos, pero siempre sobre decisiones tomadas de antemano. No les ha servido el ejemplo de la historia reciente donde las intervenciones y sus consecuencias en la economía toda, aseguran idénticos resultados.
La presión impositiva desbordada de toda lógica, diferencial cambiario del 100%, costos inflacionarios e intervenciones en los mercados terminan con menos exportaciones, menos ingresos de divisas, menos trabajo y una economía y sociedad pauperizada.
Nuestros productores están decepcionados, hartos de ver como el Estado los deja sin nada, además del prejuicio ideológico con los que se los trata. Las asambleas en el interior profundo piden manifestar su enojo. Tienen razón, están sincerando lo que sienten.
Enfrentan sequías, incendios, robos, roturas y daños intencionados, usurpaciones, fundamentalismos ambientales, en muchos casos bajo la acción u omisión del Estado.
Las entidades integrantes de la Comisión de Enlace estarán siempre en defensa de los productores, de la seguridad jurídica, de la razonabilidad fiscal, del derecho a la propiedad privada, de exigirle a la política la responsabilidad, ética y coherencia que bregamos por otro país posible que nos saque de este estado de desesperanza que nos abraza a todos.